Como buen bicho de ciudad (ahora de visita en Santiago del Estero), mi contacto con las vacas tiende a limitarse a la eventual góndola de supermercado o carnicería del mercado de San Telmo (y, debo confesar, más bien poco!). De ahí que me haya sorprendido saber que la mejor carne del mundo, aparentemente, es la del wagyu, una raza de origen japonés cuyas partes enloquecen a los orientales.
La inquietud vino del lado chileno ("¡cuándo no!", diría si estuviera discutiéndolo en un ascensor) al leer la siguiente nota:
Wagyu chileno empieza su despegue
Este año podrían exportarse 5 millones de dólares de la carne más cara del mundo, señala el vicepresidente ejecutivo de WagyuChile, Fernando Hartwig.
La inquietud vino del lado chileno ("¡cuándo no!", diría si estuviera discutiéndolo en un ascensor) al leer la siguiente nota:
Wagyu chileno empieza su despegue
Este año podrían exportarse 5 millones de dólares de la carne más cara del mundo, señala el vicepresidente ejecutivo de WagyuChile, Fernando Hartwig.
En su momento fue el secreto mejor guardado, después una promesa, pero ahora sí la crianza de ganado wagyu y las exportaciones de su carne - la más cara del mundo- comienzan a caminar para los ganaderos que hace algunos años apostaron por su desarrollo en Chile.
Desde que en 1999 se hizo la primera importación de material genético se han incorporado variados actores a una producción difícil y que requiere elevadas sumas de inversión.
En Argentina parece haber un desarrollo también incipiente, aunque aparentemente todavía sin un gran desarrollo de los mercados externos. Investigando sin demasiada rigurosidad uno puede encontrarse con:
- La Asociación Argentina de Criadores de Wagyu, de página más bien fea y flojita en materia de información.
- Al SENASA reconociendo a la Asociación como entidad habilitada para extender certificados de calidad.
- Un muy buen estudio de mercado de la Secretaría de Agricultura sobre el mercado cárnico japonés.
Habrá que largarse entonces a la cría de estos simpáticos lingotes andantes. Sospecho que el acuerdo de libre comercio entre Chile y Japón habrá ayudado a nuestros vecinos a hacer pie en el hermético mercado oriental.
2 comentarios:
Tienen una carne muy "infiltrada", con mucha grasa y eso depende mucho del tipo de alimentación (de lo mas exótica, algo así como bombones) y el manejo.
Es un delicatessen ganadero.
Ok, pero está bueno que alguien esté cubriendo ese nicho... ahora dan ganas de probarlo!
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