
Como hemos dicho hasta el hartazgo, los acuerdos de liberalización regionales o bilaterales son contraproducentes, ya que complican el panorama normativo y desvían comercio, generando ineficiencias en todo el sistema y perjudicando, como es habitual, a los países menos desarrollados.
De todos modos, no creo que haya que espantarse. Como vimos hace poco, la situación comercial en Asia es tan enquilombada como en el resto del mundo. Además, ¿quién en su sano juicio puede imaginar un acuerdo EEUU - China?