
De hecho, las discusiones de los dos días de trabajo fueron de lo obvio al aburrimiento supino y los organizadores no hicieron ningún esfuerzo por provocar el debate. Ofrecieron una hospitalidad increible, casi incómoda, pero pocos resultados concretos. Quizás tenga que ver con el carácter asiático y la consecuente intención de generar un ambiente propicio para los contactos, apuntando más tarde a desarrollar proyectos que estén basados en esa relación de confianza.
Chris Wainwright, Director de la University of the Arts de Londres, fue el único que le puso algo de color a la mañana. En su charla hizo hincapié en la necesidad de involucrar al ciudadano en la toma de decisiones sobre el futuro de las ciudades y afirmó que no necesariamente hacen falta inversiones millonarias para desarrollar proyectos de diseño que impacten en la vida de la gente. Cerró su presentación con este video que nos dejó a todos pensando.
Después de un almuerzo a pleno networking (con las ciudades de Montreal, Graz, Ciudad del Cabo, Kobe, Nagoya y Rotterdam, partí a una reunión con uno de los vicepresidentes de Samsung organizada por nuestra Embajada. El día terminó con una cena de despedida bastante opípara y un posterior paseo por el río Han, que está siendo rehabilitado a velocidad coreana.