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martes, septiembre 18, 2012

El mundo en tus manos (1)


El cambio en la forma en la que consumimos es un fenómeno potencialmente disruptivo para nuestra sociedad y ya se están sintiendo los primeros síntomas. Aparece con cada vez más fuerza un consumidor consciente, informado y responsable, tanto a nivel ambiental como social. El auge del consumo colaborativo es una clara manifestación de la emergencia de este sujeto.

Como causa y consecuencia de esta tendencia, el valor del trabajo vuelve a ser reconocido. El sentido de las cosas es funcional pero también identitario. Valoramos la maestría que dan los años, el trabajo del artesano que no hay forma de apurar y las historias individuales escondidas en los objetos. El regreso del movimiento "Hágalo Usted Mismo" o DIY (por sus siglas en inglés) es otra reacción frente a estos cambios sociales. Metemos mano en las cosas para entenderlas, para saber de qué están hechas y qué secretos mecanismos las movilizan. Metemos mano para contar nuestras propias historias.

La foto que ilustra el post es del Techshop San Jose en Silicon Valley, parte de la red Techshop que se está desplegando con fuerza en todo Estados Unidos. La propuesta es simple y genial: Un galpón con todas las herramientas que cualquier inventor soñaría con tener, a disposición de cualquiera por una baja cuota mensual y con intensa agenda de capacitación para que todos se le animen a las máquinas. Como veíamos hace poco analizando la masificación de la impresión 3D, la revolución productiva (¡hay que exorcizar el concepto!) está a la vuelta de la esquina. Y, como lo demuestra el Santiago Maker Space, nuestra región no piensa quedarse atrás.

Los espacios de trabajo colaborativo (acá hemos hablado del HUB Madrid o el HUB São Paulo, por mencionar dos buenos ejemplos) surgen como conectores naturales de las mudanzas en el consumo y la producción mencionados antes, y podrían transformarse en pilares de la ciudad creativa. Hay infinitos formatos posibles en un sector que se destaca justamente por la innovación constante. General Assembly en la Ciudad de Nueva York es uno de los casos recientes más estudiados por su énfasis en los servicios que trascienden la pura provisión de espacio de trabajo. De hecho, tal como lo demuestra esta interesante reseña, General Assembly se distingue por apuntar a construir una sólida comunidad y, sobre todo, una oferta de capacitación veloz y disruptiva. Estos espacios plantean, además, la necesidad de modificar normativas para no limitar el espíritu innovador de los emprendedores que los lideran.

martes, julio 31, 2012

La contemporaneidad del diseño

Tapa de un número anterior


Hace poco escribí un artículo muy breve para el próximo número de la revista IF de nuestro Centro Metropolitano de Diseño (CMD). 

El diseño, al igual que todas las industrias creativas, está atravesando tiempos interesantes, marcados por tendencias renovadoras y aparentemente -solo aparentemente- contradictorias. 

Por lo pronto, la aceleración de los cambios sociales y tecnológicos (democratización del acceso a la tecnología, profundización de prácticas colaborativas, mudanzas en el concepto de propiedad intelectual e integración de cadenas de valor globales, entre otros factores) parecieran llevarnos hacia la masificación y deslocalización de la producción y el consumo del diseño. Sin embargo, en paralelo puede verificarse una revalorización de la ética del “hágalo usted mismo” (o DIY por sus siglas en inglés), construida en función de la originalidad, la imperfecta perfección del trabajo manual y, sobre todo, la necesidad de contar y escuchar buenas historias a través de los productos y servicios que elegimos para nuestra vida. 

En este contexto, el debate la sustentabilidad está íntimamente ligado a una nueva mirada sobre el consumo que le escapa al fanatismo anacrónico de los luditas para concentrarse en uso responsable de la tecnología. El consumo responsable -de eso se trata- compensa su tendencia hacia el menor consumo con una justa apreciación sobre el valor del trabajo embebido en las cosas. 

Como otras instituciones de promoción al diseño, el Centro Metropolitano de Diseño (CMD) se ve obligado a revisar regularmente su misión y visión para dar cuenta de estos cambios. Tenemos la suerte de ser parte de una ciudad con un notable gen creativo y emprendedor, por lo que gran parte de nuestro trabajo tiene que ver con despejar el camino para que se despliegue este potencial, al tiempo que tendemos puentes entre los diferentes actores para provocar el intercambio de aprendizajes y mejores prácticas.

Nuestros objetivos centrales (el Programa de Incorporación de Diseño -PID- y el desarrollo del Distrito de Diseño en Barracas) nos plantean desafíos en los que intervienen cuestiones competitivas, ambientales, sociales y creativas. En ambos casos la cuestión central tiene que ver con cómo el diseño puede contribuir a generar un desarrollo económico que sea genuinamente equitativo. 

La revista IF es un componente central de estos objetivos ya que nos permite no sólo reflexionar sobre el vértigo de una disciplina en transformación constante sino también otear el horizonte buscando señales que nos permitan navegar mejor estas aguas turbulentas y fascinantes.


martes, mayo 01, 2012

El alma de las cosas


Una de las tendencias recientes más interesantes en el campo de las industrias creativas tiene que ver con la metamorfosis que están sufriendo los objetos que nos rodean. El creciente auge de la impresión 3D gracias, entre otras razones, al abaratamiento del hardware, ha ido consolidando una comunidad global de usuarios unidos en su afán de experimentación. En una nueva vuelta de tuerca iluminista de pronto podemos crear objetos de formas inimaginables hasta hace muy poco tiempo. 

Vale la pena leer "The shape of things to come" en el Economist. La tecnología nos lleva cada vez más cerca de la naturaleza, y en el medio tiene el potencial de disparar una nueva revolución industrial:

Additive manufacturing, then, is changing not only how things are made, but what is made. In particular, many of the objects on display had an organic look to them. That is no accident. In some cases, designers have deliberately copied nature. In others, they have started from first principles, drawn conclusions (usually aided by clever software), and found that nature got there first. And in some, the decisions have been aesthetic—presumably reflecting an evolved preference in the human psyche for objects that look natural. 




La historia, por supuesto, es dialéctica. A fines de los 60´s en Estados Unidos la revista Popular Mechanics y las tiendas Radioshack desataron la fiebre del "hágalo usted mismo" en miles de aficionados por la electrónica que luego se propagó por el mundo entero. Ahora, gracias a la explosión de Internet, la ética del DIY está de vuelta. La paradoja siempre estuvo ahí: La tecnología nos devuelve a las raíces, al meter mano, al desarmar los juguetes para ver de qué están hechos. 

"More than just digital quilting", también del Economist, echa luz sobre las bases de este nuevo fenómeno:

The maker movement is both a response to and an outgrowth of digital culture, made possible by the convergence of several trends. New tools and electronic components let people integrate the physical and digital worlds simply and cheaply. Online services and design software make it easy to develop and share digital blueprints. And many people who spend all day manipulating bits on computer screens are rediscovering the pleasure of making physical objects and interacting with other enthusiasts in person, rather than online. Currently the preserve of hobbyists, the maker movement’s impact may be felt much farther afield.

La ética hacker colaborativa está en la raíz del movimiento y es potenciado exponencialmente gracias a la red:

The ease with which designs for physical things can be shared digitally goes a long way towards explaining why the maker movement has already developed a strong culture—its third driver. “If you are not sharing your designs, you are doing it wrong,” says Bre Pettis, the chief executive of MakerBot. Physical space and tools are being shared, too, in the form of common workshops. Some 400 such “hacker spaces” already operate worldwide, according to Hackerspaces.org. Many are organised like artists’ collectives.

Aparece una gran oportunidad para los creativos del mundo entero, quienes ahora pueden compartir instantáneamente sus creaciones y alimentarse, a la vez, de lo que está pasando fuera de sus fronteras. Cmo sucede en cada eslabón de la economía creativa, tendrás más éxito aquellos capaces de abrevar en su propia identidad para "contar historias" únicas, personales.

El sueño de la impresión 3D también engendra monstruos. En "Object cancers" Geoff Manaugh enlaza dos fenómenos interesantes para pensar el futuro del futuro: E dilema de los derechos de autor en los objetos tridimensionales y la aparición de objetos deformados como inesperada respuesta al copyright:


Among many other things about this story, what caught my attention was the specific detail that you could scan any object you happen to have on hand; you could then upload that dataset to a kind of eBay of physibles; and, finally, someone on the other side of the earth—or sitting right next to you—could print out their own "pirate" version. As New Scientist writes, however, we might soon soon see a corporate response in the form of what could be called physible rights management—based on, even repeating, certain aspects of the misguided digital rights management (DRM) policies associated with MP3s.
(...)
In any case, what seems more provocative here, on the level of design, would be to appropriate this protective stance and reuse it in the design of future objects, but emphasizing the other end: to allow for the scanning of any object designed or manufactured, but to insert, in the form of watermarks, small glitches that would only become visible upon reprinting. We could call these object cancers: bulbous, oddly textured, and other dramatically misshapen errors that only appear in 3D-reprinted objects. Chairs with tumors, mutant silverware, misbegotten watches—as if the offspring of industrial reproducibility is a molten world of Dalí-like surrealism.

Me gusta pensar que habrá poesía en esta nueva y rebuscada versión de piratería gracias a la belleza mutante de lo imperfecto.

(Pic que ilustra el post).


martes, abril 17, 2012

Brasil con los pies en la tierra


Abril en Sao Paulo, Campinas y Ribeirão Preto y mayo en Porto Alegre. Vuelvo cada tanto a Brasil. Por supuesto, mucho menos de lo que me gustaría pero lo suficiente como para ser testigo privilegiado del "cambio de época" que está viviendo nuestro país vecino. Como veíamos hace poco en un artículo sobre las características del diseño brasileño, los creativos del país están buscando inspiración en su realidad cotidiana para ofrecer soluciones originales a problemas sociales de larga data.

En la revista digital Ciano, dedicada a reflexionar sin apuro sobre cuestiones afines al diseño, encontré una deliciosa entrevista al Profesor João Bezerra con declaraciones valientes que, de alguna manera, ilustran el compromiso que están asumiendo muchos diseñadores brasileños:

Por isso eu sou um pouco contra essa história de considerar a moda como um campo do design. Nada tenho contra design de vestimenta, design de vestuário. Sou absolutamente a favor. Podemos fazer uma camisa que seja mais confortável, uma capa que respire melhor. Agora, fazer moda, para tornar a coisa obsoleta em pouco tempo? Para quê? Para mexer como essa vaidade individualista de cada um? É complicado. 
Não estou querendo propor aqui goiabeiras de Fidel, nem aquele terninho do Mao Tsé Tung, todo mundo igual. Estou propondo que, dentro do procceso de criação da vestimenta, você saiba o que incomoda na roupa, o que está inadequado, o que é deselegante - e trabalhe na direção de corrigir essas questões. Qualquer um de nós já usou uma calça que apertava onde não devia, um sapato que esquentava demais, uma camisa que não vestia bem. Se for um projeto nesse caminho, de solução de problemas desse tipo, não tenho dúvida nenhuma. Imagina a contribuição que você pode dar ao projeto de vestimenta de um carteiro, por exemplo. Não só a vestimenta, mas também o complemento, não é? Aquela bolsa pesada à beça e carregada de um lado só do corpo! O sujeito é um candidato a ter escoliose. Não tem jeito, ele está forçando muito mais um lado do que o outro. É um complemento que merece a intervenção do design. 
Agora, dependendo do designer, tanto pode ser o complemento de um carteiro, quanto pode ser uma bolsa Dolci&Gabanna de, sei lá, três mil reais. Eu prefiro fazer a do carteiro. Aí é questão de cada um, o gosto e a competência de cada um. Para a bolsa da Dolci&Gabana eu me sinto incompetente.
(...) 
É uma coisa que se deve pensar no design: o direito das pessoas terem uma vida normal. 
Você tem toda essa gama de gente na sociedade: o cara que puxa o carrinho na rua, o jardineiro que fica agachado o tempo todo, o frentista do posto que inala gasolina e álcool o dia todo. A gente tem que olhar para essas pessoas que estão usando produtos, que estão trabalhando e que, muitas vezes, estão sendo prejudicadas por produtos absolutamente inadequados. 
(...) 
E a gente não deve entrar nesse papel de incentivador do consumo compulsivo, por uma questão ética. O viés aí é a postura ética de cada um. Se isso não está contribuindo com nada para a sociedade, e com nada para a vida daqui pra frente, então eu não vou fazer. Para enriquecer uns poucos e prejudicar todo mundo? No mercado, a gente sempre deve se perguntar: estou enganando alguém? Estou a fim de enganar os outros? É isso. Ou eu estou a fim de esclarecer, de contribuir?





En el mismo número de la revista, Felipe Massami arremete contra la obsesión onanista de los diseñadores que desesperan por crear una nueva silla, marcando aquí también la necesidad de trabajar con sentido:

Estranhamente, essa simplicidade tornou-se superestimada. Designers de todo mundo almejam deixar sua marca por meio desse objeto, até parecendo um certificado que atesta a formação desse profissional. Se formos a qualquer premiação, bienal, exposição etc iremos, com total certeza, nos deparar com 127 por Felipe Massami imagens Felipe Massami reavaliando 128 mais uma inovadora, magnífica, estupenda, brilhante, genial cadeira... Sejamos honestos, tendo em vista que o design tem como premissa construir soluções pautadas em conhecimento prévio utilizando-se métodos a fim de chegar em soluções inteligentes para o mais variado problemas, dar-se o luxo de projetar cadeiras é ignorar o potencial que esse campo tem de transformar a realidade, prendendo-se a redundâncias. Já estamos saturados de excelentes designers que realizam maravilhosos projetos de assentos para todos os gostos, poderes aquisitivos, estilos etc. E para esses, devo parabenizá-los pelo trabalho primoroso que realizam. Mas será mesmo que tendo tantos profissionais que se dedicam a isso, é necessário haver outros tantos nesse mesmo caminho? 
O projeto de novas cadeiras, talvez, só se justifique em algumas situações como: quando a cadeira torna-se o meio para determinado fim, como no caso de cooperativas/ ONGS que precisam agregar valor em seus produtos para poder se manter; quando é utilizada como uma plataforma para experimentação de diferentes técnicas e materiais; quando esta se torna o resultante de um novo modelo de produção ou negócio. Pois, uma cadeira por si só, não se "sustenta".



No es casualidad que florezcan en Brasil iniciativas como Design Possível, ONG que impulsa la transformación social a través del diseño. Como contraste de esta tendencia brasileña recomiendo la lectura de la crítica lapidaria de Bryan Bell a la muestra "Foreclosed: Rehousing the American Dream" del MoMA.

Para terminar me atrevo a copiar un texto encontrado en la Ciano de potente actualidad:

We, the undersigned, are graphic designers, photographers and students who have been brought up in a world in which the techniques and apparatus of advertising have persistently been presented to us as the most lucrative, effective and desirable means of using our talents. We have been bombarded with publications devoted to this belief, applauding the work of those who have flogged their skill and imagination to sell such things as: cat food, stomach powders, detergent, hair restorer, striped toothpaste, aftershave lotion, beforeshave lotion, slimming diets, fattening diets, deodorants, fizzy water, cigarettes, roll-ons, pull-ons and slip-ons. By far the greatest effort of those working in the advertising industry are wasted on these trivial purposes, which contribute little or nothing to our national prosperity. In common with an increasing numer of the general public, we have reached a saturation point at which the high pitched scream of consumer selling is no more than sheer noise. We think that there are other things more worth using our skill and experience on. There are signs for streets and buildings, books and periodicals, catalogues, instructional manuals, industrial photography, educational aids, films, television features, scientific and industrial publications and all the other media through which we promote our trade, our education, our culture and our greater awareness of the world. We do not advocatethe abolition of high pressure consumer advertising: this is not feasible. Nor do we want to take any of the fun out of life. But we are proposing a reversal of priorities in favour of the more useful and more lasting forms of communication. We hope that our society will tire of gimmick merchants, status salesmen and hidden persuaders, and that the prior call on our skills will be for worthwhile purposes. With this in mind we propose to share our experience and opinions, and to make them available to colleagues, students and others who may be interested.  

First things first manifesto, 1964
(Pic que ilustra el post)


martes, marzo 06, 2012

Yo vivo en una ciudad...


Medio mundo (literalmente) vive en ciudades y el diseño tiene algo que decir -y hacer- al respecto. El riesgo, por supuesto, es estirar tanto el concepto de design thinking hasta que deje ser inteligible. De todos modos, son muchos los ejemplos que demuestran el rol positivo del diseño a la hora de encarar los problemas urbanos. 

La mirada: El diseño es, por sobre todo, una disciplina basada en la observación y orientada a la resolución de problemas. La presentación del indio Rohan Shivkuman en What Design Can Do! apuntó justamente a la capacidad de los diseñadores para entender la trama oculta en los pliegues de la ciudad y la sensibilidad para plantear soluciones a escala humana:

Using Dharavi, considered Asia’s largest slum that is located in Mumbai, Shivkumar showed how designers are able to redevelop an area into a sustainable and profitable living environment. Instead of building large shopping malls and business districts, which would force many out of their own homes, by looking at the design of the location and mapping the lives of those living within the community, it is possible to create a thriving community that simply needs a new way of looking at things. Designers need to stop hiding from problems and find ways to face them head on. It’s about going beyond the formal training, asking not only what does it mean to be a designer and what does being a relevant designer mean. Without the ability to find relevance in what is really happening, then as a designer you’re sitting on a surface missing what is truly going on down below.

La emoción: Los diseñadores pueden ayudar a los gobiernos a "conectar" a las personas con las ciudades que habitan, invirtiendo en lo que Peter Kageyama llama "infraestructura del amor":

Yes, we need to pave our streets and fix potholes — but there is more to a city than that. My worry in the current economic/political climate is that we will fixate only on these traditional “essentials,” and in doing so undermine the very thing that is keeping many communities going – the love, affection and loyalty that people have for their places. We need to expand our expectation of “essentials” and include that which speaks to our higher selves, and invest at least a little in beauty, fun and engagement. This does not take lots of money — it takes creativity, imagination, and an awareness of its importance. 
(...)
Ultimately, we need to invest in the “infrastructure of love” because emotions matter. They play a critical role in our decision-making process since they tell us what to value. If we are not emotionally attached to our cities, it shows. And things we don’t value become disposable, so we feel free to walk away from them without a second thought because we have little emotional or other investment in them. When we love someone, we are willing to do more for them, to make sacrifices — we forgive shortcomings and fight for them. Emotions are contagious, and our cities need them now more than ever.

La visión: Por sus cicatrices las ciudades transpiran una energía latente preñada de posibilidades. El diseño puede contribuir a hacer realidad esos futuros deseados. Los espacios vacantes, por ejemplo, están ofreciendo los desafíos más interesantes, tal como demuestran el Dutch Atlas of Vacancy, el proyecto Popuhood, Depave, 3Spaceo la proliferación de huertos urbanos. Vale la pena citar a Manu Fernández en el mismo post mencionado antes:

Con la que tenemos encima, más nos vale aprender a hacer de la ciudad un espacio flexible, liberador más que recortador de usos, expresiones y actividades. Son, por ejemplo, una buena alternativa para dar usos (transitorios o permanentes) a solares vacíos. Urbanismo adaptativo. Son, por ejemplo, una forma de expresión y organización comunitaria, y quizá son tiempos para ello. Urbanismo adaptativo. Son, por ejemplo, una vía para empezar a entender el sistema de producción y distribución alimentaria de otra manera. Son, como bien sugiere Jordi en una buena propuesta, alternativas para la implicación ciudadana en la ciudad.

Buenos Aires tiene una saludable base de diseñadores y una escena acostumbrada a desarrollarse en contextos de crisis recurrentes. Quizás sea hora de emular proyectos como ExpoTENtial para aprovechar esa energía creativa:

Conceived by Laetitia Wolff, "ExpoTENtial, 10 urban interventions x 10 design labs" is a multi-dimensional, curated platform/festival that seeks to foster NY design communityʼs engagement with the city by investigating ideas for a slower (yes), smarter, livelier, healthier urban experience. The labs focus on a selection of complex, pressing and sustainability-related challenges (food systems, climate change, transportation, energy efficiency, recycling, information overload, etc), using the city as a context for design and design as a specific point of view.
(pic)

martes, febrero 14, 2012

¿El diseño salvará al mundo?


De las muchas, casi infinitas conferencias dedicadas al diseño alrededor del globo What Design Can Do! (WDCD), desarrollada por primera vez en Mayo pasado en Amsterdam, plantea los interrogantes más interesantes a la profesión. 

Al diseño le caben misiones cada vez más complejas. En el CMD estamos trabajando para agregar valor a la economía en general a través del diseño con nuestro Programa de Incorporación de Diseño en Empresas. También estamos explorando las dimensiones sociales y ambientales del diseño a través del programa Integrando al Futuro y este año pretendemos avanzar agresivamente en esa dirección a partir de pensar al CMD como dínamo de una zona de la ciudad tradicionalmente postergada y con enormes necesidades insatisfechas.

La charla de la brasileña Adélia Borges en WDCD hizo hincapíé en la necesidad de contar con una mirada desprejuiciada,  valorando, respetando y haciendo visible las diferentes culturales:


Adelia Borges speaking at WDCD 2011 from What Design Can Do on Vimeo.

Brasil, como vimos en post anterior, está a la vanguardia en la consolidación de la figura del "diseñador responsable" en la que la participación en proyectos de carácter social ayuda a forjar una visión inclusiva, comprometida con la realidad del país (Marcelo Rosenbaum, ya mencionado en este espacio, es un representante de lujo de esta tendencia). 

Brasil se hace fuerte en sus debilidades. En lugar de esconder sus fracturas sociales las está presentando, en el mundo entero, como fuente de su potencial creativo. En Europalia, festival internacional de artes que se desarrolla anualmente en Bruselas, la holandesa Annelies Vaneycken presentó su proyecto Reportér sem Beiras para reflejar la realidad de las favelas de Brasil.

martes, febrero 07, 2012

Brasil infinito



Tengo la suerte de viajar a Brasil cada vez más seguido y vuelvo siempre energizado por los cambios que se están viviendo en el país vecino. El campo del diseño es una de las tantas áreas en las que Brasil está tomando el mundo por asalto, sin pedir permiso y sin renunciar a su identidad. Los medios especializados dan cuenta del fenómeno con cierto entusiasmo y perplejidad. ¿Qué lecciones podemos tomar para el caso argentino?

Vale la pena leer de punta a punta el artículo "#artdesignbrazil Energizes the World" de Jade Dressler en MetropolisMag. La introducción es un canto al talento brasileño:

Warm and exhibition-happy, the Brazilian art and design world is showing the rest of us that the moment is theirs now, a samba way past the Campanas and green and yellow T-shirts at H+M. A steady stream of art and design events plus the country’s booming economy are just two reasons Brazil is hot and visible now. These include the recent BOOMSPDESIGN; CasaCor (at 25 is the world’s second largest architecture and decoration event, running through October); and the much anticipated 2012 Sao Paulo Art Bienniel, which will have, for the first time, an international curator based in New York City, Luis Perez-Oramas, the Latin American Art Curator at The Metropolitan Museum of Art. All this activity translates to the prominence of Brazilian talent. You can just imagine the multiple design confabs and collabs with brands being cooked up right now, anticipating the upcoming events of the World Cup 2014 and a proposed green, first-ever in South American Olympic Games in Rio, in 2016.

La autora se pregunta por los factores que constituyen la cultura de diseño en Brasil y arriesga una respuesta:
  1. Brasil es cálido (clima; calidez de la gente; mezcla de materias primas y productos industrializados;  tendencia a "producir belleza"; entre otros)
  2. Brasil es un alegre exhibicionista (creciente presencia internacional; eventos de clase mundial en el país; nombre reconocido internacionalmente)
  3. Brasil es multicultural (visión singular en la multiplicidad; capacidad para improvisar; estética imperfecta; auto ironía; y posibilidades a futuro)
  4. Brasil es sustentable (manejo de recursos; comercio justo)
  5. Brasil es diseño de alta gama, orientado a las masas (nueva camada de diseñadores que trabaja con comodidad en ambos mundos; proyectos con conciencia social con participación de diseñadores e industria)
  6. Brasil es tecnología básica, bajo impacto (creatividad ante la baja inversión industrian en diseño y tecnología)
  7. Brasil no se olvida de la herencia (aprovechar y reinterpretar la extensa tradición)
  8. Brasil está hablando el idioma global del diseño

El año pasado tuvimos la oportunidad de tener a Heloísa Crocco en el CMD dando una charla que complementa muy bien lo anterior. En una nota posterior a la charla publicada por El Cronista Heloísa da algunas pistas sobre la curiosidad y estrategia de los diseñadores brasileños:

Otra vez, el auditorio presta oídos atentos a un relato que comienza con fotos de la ciudad, en donde se ve -en muros, esquinas, monumentos, fuentes y paseos urbanos- la elocuencia de la retórica barroca americana. "Y la pregunta, entonces, fue: ¿Cómo devolverles a los artesanos la posibilidad de renovar la mirada sobre su propio entorno? ¿Cómo volver a plasmar la rúbrica propia de la ciudad en los objetos de fabricación artesanal?". Junto con otros artistas -plásticos, diseñadores, arquitectos y fotógrafos-, Crocco comenzó a trabajar tomando registro directo y fotográfico del espacio, abriendo el juego a la experimentación, a la búsqueda, a la reflexión acerca del entorno, los materiales, las necesidades vitales de ese grupo. Y así nació el Laboratorio Piracema de Diseño. "Piracema es una palabra de origen indígena que designa un fenómeno natural que ocurre entre los peces. Cuando llega la época de reproducirse, ellos migran contracorriente para ir a las nacientes de los ríos. Por motivos que sólo la naturaleza conoce, los peces regresan al lugar donde nacieron para, de este modo, proteger el futuro desove. Esa imagen de sumergirse en los orígenes para, a partir de ahí, instalar una vanguardia, es fuente de inspiración y línea de trabajo de nuestro laboratorio", indicó.

Hay aquí un respeto notable por la identidad pero también la valentía para hacerla maleable. Es una identidad en movimiento, preñada de enormes posibilidades. Ronaldo Fraga es otro notable representante de esta tendencia.

Tenemos la suerte de convivir con este gigante creativo en la misma, compartiendo muchas veces los mismos intereses. Ojalá podamos hacer el esfuerzo de acercarnos para aprovechar las oportunidades que se nos presentan integrando comunidades creativas a ambos lados de la frontera.

(Pic)

miércoles, junio 22, 2011

Comer experiencias


Hace tiempo que no hablamos de gastronomía. Como lo demuestra el siempre fascinante Cukmi, el sector es una ventana interesante para auscultar los cambios que se están desarrollando en la sociedad en general.

Que vivimos en una economía de la experiencia es ya casi un cliché. Todo es replicable menos la experiencia concreta de haber vivido algo único (el último recital de New Order, la final de un mundial o cenar en El Bulli). Dos restaurantes están experimentando con modelos de negocios impensados hasta hace poco tiempo.

El chef John Fraser plantea una relectura del formato pop up store para ofrecerle experiencias únicas a sus comensales:

Each month for the next nine months, the new restaurant from vaunted NYC chef John Fraser (of Dovetail and Snack Taverna, by way of French Laundry) will change just about everything about itself, from the menu and the soundtrack down to the look of the place, according to a loose theme. One month it might serve potato skins with wheat beer fondue in an icy Nordic environment; the next red velvet cake in a Gatsby-esque setting of lush fabrics and sultry lighting. What's more, the old designs will be commemorated as life-sized blueprints mapped on the floor and walls. (No word on how they'll commemorate the food.)

La austeridad parece imponerse en tiempos de crisis económicas, lo cual permite vislumbrar modelos de negocios exitosos basados en la impaciencia y el consumo consciente de los clientes:

For the debut theme -- a stark Nordic winter -- they bought chairs on eBay from a real estate agent in Texas for $10 a pop, then upholstered them on their own. Many of the tables came from the restaurant that had occupied the space before. As for the lighting, they handcrafted chandeliers out of cardboard and minimalist lamp shades out of the pages of a $1 book they found at Housing Works.

Nick Kokonas también plantea un modelo de negocios disruptivo que tiene el potencial de revolucionar la forma en la que comemos (o nos entretenemos entre bocado bocado):

Big idea: Reimagining the restaurant experience as entertainment -- and pricing it as such. At the Chicago eatery Next, patrons will buy all-inclusive tickets, appear by curtain time (with prime meal times costing more), and enjoy the show. "All fine dining is like theater to a certain extent," says Nick Kokonas, 42, who will launch Next this winter with Grant Achatz, the chef and cofounder of Chicago's famed Alinea. "At Alinea, we pay three people to answer phones and mostly tell people that we're full between 7 and 8 on a Saturday. I started thinking that we're going about this all wrong." So at Next, the same meal would cost less on, say, a Wednesday at 9:30 p.m. than on a Saturday at 8, and there's no tip calculating to sully the meal's afterglow. Next's menu will be transformed quarterly (early-20th-century Parisian, futuristic Hong Kong), and diners can buy annual subscriptions. Kokonas is designing his own software to handle online ticketing -- more than 6,500 people have already queued up for reservations.

El nuevo culto a la experiencia llega a extremos impensados en el cruce entre diseño y gastronomía, como lo demuestra esta nota publicada a fines del año pasado en Ñ:

A Guixé le resulta curioso que la comida esté poco diseñada, que sea un medio tan conservador. Sin duda, eso tiene que ver con nuestra percepción, a veces engañosa, de que la comida viene directamente de la naturaleza. No obstante, a medida que la escasez mundial de alimentos comience a generar soluciones tecnológicas, quizá nos acostumbremos a la idea de alimentos producidos artificialmente. En agosto, The Royal Society publicó una serie de artículos sobre el futuro de la comida; uno de ellos postulaba que la carne artificial “cultivada en cubas” era una forma viable de satisfacer nuestra demanda futura de proteínas. Sostenía que la carne in vitro era más sana e higiénica que la real.

Hay diseñadores que ya están estudiando las implicancias de esos avances.

Me explota la cabeza de pensar en el mundo que nos tocará vivir (y comer). Sin duda en el futuro habrá museos para rememorar la forma en la que nos alimentábamos a principios del Siglo XXI.

martes, junio 07, 2011

Design cyborgs


Estuve leyendo con mucha atención el artículo Meet the New Hybrid Designers, de Eckersley y Alexis. Está emergiendo un nuevo tipo de diseñador híbrido que integra cuestiones de diseño y negocios en un contexto académico (y que habitualmente carece de una formación primaria en la materia):

The gradual emergence of design as an important strategic input to business has raised the stakes for design management, widening expectations of what designers uniquely have to offer, particularly with regard to the work of innovation. Despite the economic motivations for businesses to innovate, there are relatively few professionals skilled in such work.

(...)

Some of these up-and-comers who might have earlier gone the MBA route are now looking at graduate school in design. They are coming to design school out of diverse educational backgrounds.

El design management parece estar todavía en pañales en Argentina, más allá del algunos casos muy prometedores. Sería interesante identificar a estos nuevos perfiles híbridos para poner en evidencia su contribución al desarrollo local y, de paso, incentivando a otras personas a sumarle una mirada fresca y desprejuiciada al campo del diseño.

sábado, marzo 12, 2011

All together now


Queremos tanto al Design Council británico, más allá de su actual debilidad debido a los recortes presupuestarios en el Reino Unido que lo han llevado a fusionarse con la CABE (o quizás precisamente por la valentía para encarar estos cambios). De hecho, es una de las instituciones que utilizamos como referencia a la hora revisar la estrategia de nuestro Centro Metropolitano de Diseño (CMD). Hace un tiempo encontré información sobre la UK Design Alliance navegando la web:

The UK Design Alliance is a partnership of more than 20 national and regional design organisations and networks who are all working to strengthen the design sector.

El listado de integrantes es de lo más heterogéneo e incluye al Council for Higher Education in Art and Design (CHEAD), asociación que nuclea a 70 instituciones educativas de Gran Bretaña vinculadas al arte y el diseño. El Foro de Instituciones Educativas del Diseño de la Ciudad de Buenos Aires, que venimos impulsando desde hace un par de años, es un modelo interesante a nivel local, aunque todavía reste bastante camino por recorrer.

En Australia también han reconocido el valor del trabajo en equipo, constituyendo la Australian Design Alliance:

Australia’s design industry and research network has launched the Australian Design Alliance (ADA), a new partnership designed to “boost Australia’s productivity, sustainability and innovation” by engaging in design-led thinking with government and industry bodies.

The ADA brings together twelve of the country’s leading organisations representing all areas of the design industry. As part of the Alliance, bodies such as the Australian Institute of Architects (AIA), Design Institute of Australia (DIA) and Australian Institute of Landscape Architects (AILA) will work together with other industry bodies representing craft, textiles, urban design and graphic design.

El panorama local es menos auspicioso y no por falta de esfuerzo. Ninguna de las iniciativas para vincular formalmente a las instituciones del campo del diseño han tenido éxito en Argentina. La buena o mala predisposición al trabajo conjunto depende más de las personas que de las instituciones, lo cual genera una conducta errática y discontinua.

lunes, marzo 07, 2011

Visita a Disneylandia


Hace un tiempo El País publicó un artículo en el que se reseñaba una visita a la firma de diseño IDEO:

Considerada una de las firmas de diseño más exclusivas y veneradas del planeta, IDEO es lo más parecido a una olla a presión de ideas a punto de reventar. A uno de sus cofundadores, Bill Moggridge, se le ocurrió en 1982 doblar una pantalla sobre un teclado y ahí empezó todo. Había creado el primer portátil del mundo, el GRiD Compass. Desde entonces, de la mente de sus diseñadores han surgido algunos de los productos más simbólicos de las dos últimas décadas: la agenda electrónica Palm V, prima lejana de los teléfonos inteligentes (smartphones); los primeros ratones de Apple y Microsoft; la N-Gage de Nokia, mitad consola, mitad teléfono; el primer desfibrilador portátil; el tubo boca abajo de pasta de dientes... Pequeños objetos, grandes ideas.

IDEO y Bill Moggridge son dos nombres que aparecen relativamente temprano en la vida de cualquier neófito que se acerque al mundo del diseño (¡como en mi caso!). Es impresionante el desarrollo que he tenido esta firma en los últimos años, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo:

Es difícil dar con una multinacional que no haya acudido a IDEO en busca de inspiración: gadgets, juguetes, equipamiento médico, muebles, salpicaderos de coches, sillas, raquetas de tenis... Con 550 empleados y oficinas en China, Reino Unido y Alemania, saben mejor que nadie inventar de la nada o reinventar lo existente. ¿Cómo? Tim Brown, consejero delegado, lo destila en dos claves: "Observamos al individuo, su comportamiento, qué necesita realmente. Y juntamos en una misma sala a la gente más brillante del mundo en múltiples disciplinas: psicología, diseño, antropología, marketing negocio, tecnología..."

IDEO marca un camino interesante que en Argentina estamos recién comenzando a explorar: La posibilidad de exportar servicios de diseño. Tenemos una base de talentosos diseñadores y la reputación creativos (al menos en la región) jugando a nuestro favor. Algo de esto hemos estado conversando con los Estebecorena y con Paco Savio y quizás nos larguemos a la cancha con un programa de promoción específico desde el CMD. ¡Por otro lado, sería genial tentar a la gente de IDEO para que se instale en el futuro Distrito de Diseño de Barracas!

martes, febrero 08, 2011

Moda e industria: Las recetas de Nueva York


Bloomberg, el Alcalde de Nueva York, anunció el año pasado una serie de iniciativas para promover a la industria de la moda en la ciudad (Creo que fue la gente de Amo la Moda quien me pasó el link):

The six new fashion-focused initiatives include:

  1. NYC Fashion Fund: The NYC Fashion fund will help emerging designers by connecting them with resources such as capital for production financing, vetted manufacturers, and other services that will help them through their first production cycle.
  2. Project Pop-up: This project will start with a contest and end with winning concepts which will receive mentoring and marketing support, networking opportunities, and even help creating a pop-up shop.
  3. New York City Fashion Draft: The annual New York City Fashion Draft will bring together nominated students from US and international universities in NYC for a a week of interviews with New York City-based fashion businesses.
  4. Fashion Campus NYC: This program will include business seminars led by fashion executives, networking opportunities, and online information about living and working in NYC.
  5. New York City Fashion Fellows: New York City Fashion Fellows will recognize 30 up-and-coming people in fashion management who will receive mentoring services and networking opportunities with industry professionals and their peers.
  6. Designer as Entrepreneur: This business “boot camp,” will consist of a series of workshops led by industry experts, and will focus on items like business plan development, financial management, and e-commerce.

El listado es de lo más estimulante y nos viene bien como antecedente para el proyecto de creación de un Distrito de Diseño en el entorno del CMD que estamos redactando. Algunas de las acciones están en línea con el trabajo que venimos realizando desde nuestra Oficina de Moda, que este año profundizará el apoyo a los exportadores del sector y dará impulso a un par de proyectos muy novedosos. Me gusta el carácter "work in progress" de estas propuestas, probablemente diseñadas para ir aprendiendo sobre la marcha. Los gobiernos muchas veces le tienen miedo a la experimentación y eso redunda en un set de herramientas más bien pobre.

De todos modos, los comentarios al post original -la mayoría hechos por residentes de Nueva York, no son tan halagüeños con la iniciativa:

Finally there is just an overwhelming lack of respect for fashion design in this country. Largely to blame is the fashion industry. By promoting celebrity designers without even the most fundamental understanding of design, to intentionally blurring the lines between fast fashion and high fashion they've helped bring about the decline of American Fashion. New York and LA are the last of a huge national industry. From Dallas and Oklahoma to San Francisco and Chicago, to the textile mills in the South, it's too late. New York is destined to become a regional fashion hub just like Mumbai and Brazil and Tokio. There are tons of designers as interesting and talented as the girls at Rodarte that get absolutely no press. When I think of people like Jeremy Scott or some of the completely mediocre talents in New York fashion I am in awe of how they became such darlings.

How to save American Fashion (let alone New York Fashion) is an unbelievable chore. Game shows and magazine contests just aren't going to cut it. If New York can set up something like Beijing 798 with cooperation and buy in from retailers, the few remaining manufacturers and government legislators there might be a chance. Show people that clothing isn't just a $19.99 commodity, but a cultural expression and we all might get somewhere.

(...)


Oh, and when will American fashion design programs pair of up with the folks at MIT to develop new equipment and new materials? When will they hold apparel design students to the same academic standards as architects, industrial designers and engineers. In these days of failing natural resources people that can bridge the gap between science and beauty, mathematics and aesthetics are more important than ever. Have you seen how ugly some of the clothing experiments that come out of Silicon Valley are? These are questions no one is asking, I think.

jueves, enero 13, 2011

¡2011 ya empezó!


Estuve tres días de esta semana en París como orador invitado a la "8th european conference on the challenges of design in Europe". ¡Tremendo arranque de año! Es un privilegio poder participar de este tipo de encuentros, sobre todo por el roce con colegas del mundo entero y la chance de aprender de sus buenas prácticas.

Hacía un frío peludo en París pero casi ni me enteré porque la conferencia transcurrió enterita en la Cité des Sciences et L´Industrie. Por esas extrañas cabriolas que da la vida estoy participando cada vez más de estas charlas y puedo afirmar que el encuentro parisino fue bien interesante. Hubo un buen mix de experiencias públicas y privadas, incluyendo la participación de diseñadores ya establecidos (Bruce Wood, Vincent Créance, Adriaan Debruyne y Jean-René Talopp) y emprendedores de variado pelaje (Extremis, Tsé Tsé y Võru ´82).

También pudimos escuchar a Deborah Dawton, CEO de la Design Business Association del Reino Unido, entidad a la que habría que mirar muy de cerca si pretendemos impulsar la creación de una asociación de diseño en Argentina. Me llamó particularmente la atención el curso "Re-Imagining Leadership" que desarrollaron hace poco (¡veremos si es replicable!). Entre otras conceptos, Deborah nos puso a los gestores del mundo del diseño en aprietos al afirmar que tenemos la obligación de ser al menos tan buenos y creativos como a la gente a la que supuestamente estamos asistiendo...

Fui el único participante no europeo del encuentro. Hubo muchas referencias a la crisis en el Viejo Continente, a India y a China y casi ninguna mención a América Latina (salvo por Brasil). El encuentro sirvió para generar nuevos contactos para nuestro Festival Internacional de Diseño y mi presentación fue -modestamente- muy bien recibida por el auditorio (ayudó mucho cerrar mi ponencia con un corto de 3 minutos sobre el pasado Festival que recién terminamos de editar).

Queda pendiente el pensar maneras de innovar con relación al formato de estas conferencias (algo sobre lo que escribimos hace tiempo). Creo que se podría haber aprovechado mucho más el contenido si hubiera habido una plataforma horizontal de participación que incluyera, entre otras herramientas, a las redes sociales (¡nadie estaba en Twitter!).

viernes, enero 07, 2011

El lector


En mi reciente viaje a Chile tuve la suerte de conocer a Ronaldo Fraga, uno de los estilistas brasileños más creativos de los últimos tiempos. En la siempre inquieta Red Latinoamericana de Diseño (que -y disculpen el autobombo- me entrevistó hace un tiempo) encontré este imperdible diálogo con Ronaldo en que el puede vislumbrarse su visión de la moda como herramienta fundamentalmente de interpretación:

Existen pocos sectores tan diversos como la industria de la moda . En moda, se habla de economía, se habla de de registro de un tiempo, en la moda se habla de historia, en moda se habla de cultura, en moda, se habla de inclusión o exclusión. Pero, sobre todo, moda para mi no es otra cosa, que interpretación de lectura. Ese lectura puede ser el momento que estamos viviendo, puede ser la lectura de una mirada particular, puede ser la lectura de una era. Vivimos un momento muy especial en la moda, y esto en todo el mundo es así , sí, esa moda de “éxitos de taquilla”,de producción en serie de “fast fashion” cada vez más una moda que vende más que la ropa, una moda que vende la cultura de un lugar, la historia de este lugar, de su gente. En este lugar me siento cómodo.

Ronaldo tiene mucha experiencia trabajando con comunidades de artesanos (algo que también viene desarrollando la Secretaría de Cultura de Argentina con el proyecto Identidades Productivas) y tiene muy claros los objetivos que persigue:

Algunas de ellos realmente consiguieron en un espacio muy corto de tiempo, mejorar su situación económica a través de la apropiación de este producto. Lo que me interesa son los proyectos para generar empleo e ingresos, con reafirmación cultural. No podemos limitarnos a crear puestos de trabajo e ingresos si no hacemos que esto funcione como un mecanismo de apropiación cultural de lugar, pues es esta apropiación cultural la que les dará algo que ningún cambio de gobierno les puede quitar: la autoestima. Por lo tanto, es necesario que las artesanas entiendan el producto y vean allí sus antepasados su abuela, su bisabuela, la historia de su familia, y entiendo que, además, van a ganar dinero, darle mejores condiciones a sus hijos, vivir mejor con su historia.

La entrevista sigue y sigue y uno se va emocionando con las palabras de este buen señor, como por ejemplo cuando habla de los tiempos en el mundo de la moda vis-à-vis el artesanato...


Cómo conciliar el ritmo de la moda, que exije nuevas colecciones en espacio muy corto de tiempo, y la lógica de la artesanía, mucho más lenta?

Es necesario informarse. Mira cuanto tiempo le toma a una trufa blanca nacer en Italia, mira el tiempo de preparación de ciertos alimentos. Su valor radica precisamente en esto. En el caso de la artesanía,misma falta mucho esta comunicación. Si quieres un bordado rápido, hazlo en máquina que también da buenos resultados. Pero si le dices a gente que detrás de cada puntada hay historia y existen personas, que tienen un lugar maravilloso, con un cielo de estrellas, entonces, el cliente está comprando mucho más que una pieza bordada, ahí el panorama cambia.

Es interesante también su posición respecto a la mirada del otro:

Una característica casi siempre presente en este tipo de proyectos es la presencia de personas de fuera. En la colección Cara do Sertão, uno de los temas encontrados en las referencias utilizadas era el cielo estrellado de la región. El hecho de que usted sea un extraño, con una mirada de no acostumbrada, facilitó la percepción de los elementos locales? La presencia de forasteros en estos proyectos es recomendable?

Creo que hay dos cosas allí. Uno de ellas ya le dije, que es nuestro problema de apropiación. Cuando el extranjero llega y mira, el valoriza de una cesta de tela tirada en el fondo de la cocina de la señora , que está horneando las galletas. Normalmente, eso para ella no es más que una cesta para poner las galletas. Otra cosa es que el día a día nos produce una niebla en la mirada, entonces usted no le presta mucha atención al entorno habitual. Si vas a Japón, los cerezos en flor te van a causar un desllumbramento que probablemente no tiene ese tipo que pasa en bicicleta cada día para ir a trabajar por un camino cubierto de flores de cerezo. De ahí la importancia de este viaje, este intercambio de miradas y de estímulos, de ser también estimulado por la mirada del otro.

¡Vale la pena leerla entera en lugar de bancarse esta selección caprichosa! Apuntamos a que nuestro Centro Metropolitano de Diseño comience a tener mucha más interacción con el diseño de la región. Quién sabe... ¡Quizás tengamos una muestra de Ronaldo Fraga en un futuro no muy lejano! Como dicen por allá... Tomara!

martes, enero 04, 2011

Encuentro de culturas


En la Red Latinoamericana de Diseño encontré una muy interesante entrada firmada por Marcio Dupont que da cuenta de la polémica generada por el artículo de Bruce Nussbaum "Is humanitarian design the new imperialism?":

O artigo, intitulado “Is humanitarian design the new imperialism?”, questionava a essência/ação do chamado design humanitário praticado pelos designers americanos/europeus que iam aos países pobres para “projetar e resolver” problemas locais de saúde, educação, moradia.

El artículo plantea debate interesante que remite, en parte, a lo que conversamos en Revela Design 2010: El concepto de ciudad creativa -a.k.a. diseño- no es universal. La globalización atolondrada comandada por los llamados países centrales está dando paso a un espacio de encuentro en el que conviven diferentes relatos y capacidades.

Esse questionamento do design humanitário talvez seja apenas uma constatação de que, em um primeiro momento, houve uma corrida desenfreada, não pensada totalmente, de designers de países ricos aos pobres, com soluções locais e mentes globais – sem os resultados esperados para ambos os lados. Agora estaríamos avançando em direção a uma segunda etapa, mais madura, com soluções locais e mentes locais, respeitando assim a diversidade cultural, social e ecológica local. Alguns designers reconheceram a ingenuidade inicial e a dificuldade de projetar para problemáticas estrangeiras, eles mesmos voltando posteriormente aos Estados Unidos para resolver problemas locais. Fortalecendo assim a idéia de pense globalmente, atue localmente. Por essa razão, alguns núcleos de design humanitário estão colocando células locais de designers para que eles resolvam problemas locais. Surge então uma perspectiva interessante mais positiva no longo prazo, além de coerente, na qual o design humanitário não é apenas o design em si, a solução material, mas a criação de capital intelectual e criativo capaz de resolver os problemas locais com uma perspectiva local.

Aparece también con fuerza el concepto de frugal innovation o innovación frugal, magistralmente capturado a principios de este año por The Economist, que permite imaginar, a partir de la observación, el aprendizaje y la adaptación a otras realidades, un contexto mucho más diverso (¡y quizás hasta la ecuación inversa del "sur" ayudando al "norte"!).

Designers na Índia e na China começam a reconhecer a qualidade e a soberania do seu próprio design, em um processo de valorização do design local, questionando se realmente essa ajuda externa é necessária e, até sendo contra em alguns casos. Como eles, devemos reconhecer nossa riqueza cultural, a diversidade e a qualidade do design nacional – antes de tudo. Contribuições estrangeiras são bem-vindas, talvez em alguns casos até necessárias, mas como afirmaram alguns designers de países emergentes, temos muito a ensinar também. Como demonstrou o concurso “Design for the First World”, como um possível caminho inverso, com os designers da periferia subdesenvolvida resolvendo problemas do centro desenvolvido.

domingo, diciembre 26, 2010

Un problema de diseño


No siendo diseñador, me adentro siempre con cierta aprensión en los vericuetos de la disciplina. Estos últimos dos años de estar vinculado al Centro Metropolitano de Diseño (CMD) me han dado la posibilidad de analizar al diseño con el desparpajo del lego. Confieso que me llama la atención la baja institucionalización del sector en Argentina, casi inversamente proporcional a su creatividad.

Los colegas del ahora Centro de Diseño Industrial del INTI emiten todos los meses un boletín muy útil para reflexionar sobre el diseño y su circunstancia. En Septiembre de este año plantearon un interesante debate sobre la posibilidad de implementar una matrícula en diseño:

Existen diversas disciplinas –como la arquitectura, la ingeniería, entre otras- en las cuales los profesionales requieren estar matriculados para poder ejercer la actividad. Hoy en día la matriculación del diseño es un debate latente, y en algunos casos ya es un hecho. Veamos cuál es el panorama en nuestro país…

Si bien tiendo a pensar que las profesiones que exigen título habilitante son cotos de caza cerrados que limitan la libre competencia, existen razones de peso para sostener lo contrario. Vale la pena leer el artículo y sacar las propias conclusiones. A mi me sirvió para reforzar mi posición: la creatividad no necesita un "carnet de conducir".

La nota sobrevuela otro debate que parece mucho más urgente: ¿Por qué no existen asociaciones o cámaras de diseñadores exitosas en Argentina? Teniendo en cuenta que ha habido varios intentos para agrupar al diseño, valdría la pena revisar primero esa historia de fracasos para construir desde ahí una nueva institucionalidad superadora. Me gustaría que el CMD pudiera contribuir a pavimentar ese camino pero el desafío corresponde, sobre todo, al sector privado. En mi último viaje a Chile tuve la oportunidad de conversar largamente con el Presidente del QVID. Es un modelo que conviene estudiar en detalle para ver si podemos implementarlos -con las adaptaciones del caso- de este lado de la cordillera.