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miércoles, mayo 15, 2013

Dos libros sobre ciudades

Algaculture Symbiosis Suit

Vivimos en un mundo de ciudades y, como nunca antes, tenemos la oportunidad de modelar esta nueva etapa evolutiva de la humanidad en función del despliegue territorial de nuestra especie. Dos libros más o menos recientes se dedican a pensar la ciudad desde diferentes perspectivas (nuestra "hibridación" con la naturaleza y el juego en el espacio público) y aportan interesantes propuestas para nuestro futuro urbano.

Biophilic Cities: Integrating Nature into Urban Design and Planning, es un libro del Profesor Timothy Beatley de la Universidad de Virginia (EEUU) que explora la natural afinidad del ser humano con otras especies vivas y su relación con la naturaleza en el marco urbano. Detrás de la necesaria toma de conciencia sobre el impacto ambiental de nuestros actos parece esconderse un anhelo primitivo, ancestral, por vincularnos a la naturaleza. En el libro se desarrollan una serie de indicadores para medir esta relación (el porcentaje de la población que vive cerca de espacios verdes, porcentaje de la ciudad cubierto por vegetación, el número de "techos verdes" y otras características del diseño verde, el porcentaje promedio del día que la población pasa al aire libre, la cantidad de viajes hechos a pie, el porcentaje de la población que puede identificar a la flora y la fauna local, la prioridad dada por el gobierno local a la conservación de la naturaleza, etc). Esta nota de @FastCoExist , que cita al libro, menciona también un par de informes que extienden los beneficios de las "ciudades biofílicas" al campo de la salud y al económico.

La foto que ilustra el post forma parte del proyecto Algacuture, relacionado con la biofilia desde un campo mucho más experimental. ¿Cómo vamos a alimentarnos en el futuro? El proyecto postula una alternativa extraña pero posible: Nuevos órganos artificiales que nos permitan alimentarnos de algas que crezcan sobre nuestros cuerpos gracias a la luz solar.

En The Ludic City: Exploring the Potential of Public Spaces, Quentin Stevens se pregunta sobre el rol del espacio público en las ciudades y concluye que una de sus funciones más importantes es la de permitir el despliegue de la interacción social no instrumental o el juego. Jugar en y con la ciudad es un derecho poco aprovechado por los ciudadanos. Es también un tópico bastante recurrente en este blog (vale la pena volver a leer sobre el Conflux Festival o los muchos más recientes consejos para hackear la ciudad). Quizás sea hora de apostar a la "Ciudad Lúdica" como respuesta categórica a la "Ciudad Insegura".



miércoles, marzo 20, 2013

Es tuya, Juan

(Imagen robada de acá)


Este humilde blog aboga con cierta regularidad por la participación ciudadana. Si realmente existen tantas ciudades como ciudadanos, es decir, si hay tantas ciudades posibles como las que nos animemos a contar y vivir cada uno de nosotros, entonces el destino está claramente en nuestras manos. Cada tanto aparecen manuales de instrucciones para facilitar la vida del activista urbano ocasional. 

De hecho, y como ya hemos visto, el propio design thinking tiene mucho que decir respecto a la configuración de nuestras urbes y a nuestro rol en la definición de las mismas. La consultora de diseño Frog acaba de publicar para descarga gratuita su Collective Action Toolkit (Vía Co.Design), con la intención de empoderar comunidades y grupos de interés de países en desarrollo a través de herramientas muy sencillas. Es un proyecto generoso y con un enorme potencial. Ojalá tenga en breve una versión en castellano. 

En un plano más lúdico, Pivot Dublin propone tres formas sencillas de "hackear" la ciudad: 1. La psico geografía o deriva urbana (¡uno de mis "juegos" preferidos en la ciudad! Ver acá y acá); 2. El parkour (al que podría sumarse el skate y otras variantes urbanas); y 3. El hackeo de un espacio físico (apuntando a explorar y resignificar los intersticios, los lugares abandonados, las cicactrices de la ciudad).

Vivir en una ciudad es una aventura fascinante si sabemos aprovecharla. ¡Habrá que abrir la puerta y salir a jugar!


martes, octubre 02, 2012

El mundo en tus manos (2)


El consumo, dijimos antes, ya no es lo que era. El nuevo consumo recurre al pasado para reencontrarse con una noción del valor de las cosas ligada a la experiencia y a la nobleza de los materiales y su manufactura.

El rechazo al mercado masivo generar nichos importantes, como puede evidenciarse en esta nota de Anita Patil en el NY Times. Se extienden los cursos de manualidades en los temas más variados (artesanías, fabricación de telescopios o perfumes, desarrollo de robots, por mencionar algunos) que apelan al redescubrimiento de nuestra capacidad para transformar el mundo con nuestras manos (para una profunda reflexión sobre este tema recomiendo con fervor "El artesano" de Richard Sennett, libro que aún no he terminado). 

La revolución del maker movement también nos conecta con nuestra capacidad de dar vida a las cosas "muertas" que nos rodean y tiene, como lo demuestran los Repair Cafes holandeses, un impacto muy positivo en el desarrollo de lazos solidarios en la comunidad:

Conceived of as a way to help people reduce waste, the Repair Cafe concept has taken off since its debut 2 ½ years ago. The Repair Cafe Foundation has raised about $525,000 through a grant from the Dutch government, support from foundations and small donations. Thirty groups have started Repair Cafes across the Netherlands, where neighbors pool their skills and labor for a few hours a month to mend holey clothing and revivify old coffee makers, broken lamps, vacuum cleaners and toasters, as well as at least one electric organ, a washing machine and an orange juice press. "In Europe, we throw out so many things," said Martine Postma, a former journalist who came up with the concept after the birth of her second child led her to think more about the environment. "It's a shame because the things we throw away are usually not that broken. There are more and more people in the world, and we can't keep handling things the way we do.

La lógica que motoriza al consumo colaborativo comparte esta misma raíz solidaria. En Francia, por ejemplo, están experimentando con un modelo P2P de lavado de ropa, alentando a los vecinos a compartir sus lavarropas. En San Francisco, por su parte, están probando un sistema para compartir scooters siguiendo el éxito de programas de uso temporario de bicicletas y autos en el mundo entero. Compartir implica, ante todo, generar confianza entre desconocidos lo cual tiende a resignificar los vínculos ciudadanos, sobre todo en nuestras grandes metrópolis.

Vale la pena leer a John Thackara, especialista de diseño inglés, sobre un concepto con gran carga ideológica: The Five Per Cent Energy Future. 

For design, this means letting go of the idea that our energy crisis is some kind of practical problem to be fixed. But the long descent of industrial society is not the only show in town. Rather than dream of a global switch to renewables that cannot and will not happen, the wiser course is to focus our creative efforts on low-energy replacements for today’s gas-guzzling support systems. Our focus should be services and infrastructures that require five per cent of the energy throughputs that we are accustomed to now. That's the energy regime we're likely to end up with, so why not work on that basis from now on? Is five percent impossible? On the contrary. For eighty percent of the world's population, five percent energy is their lived reality today. Their situation is usually described as poverty, or a lack of development, but there are numerous ways in which the South's five percent delivers the same value as our 100-percent-and-rising.

El desafío está claramente planteado: ¿Cómo diseñamos productos para un mundo que deberá consumir menos? (Aunque hay quienes niegan un posible apocalipsis energético). La pregunta puede extenderse a la escala urbana. ¿Cómo diseñamos ciudades para este nuevo escenario? Un proyecto para rediseñar por completo la forma en la que plantamos árboles en las ciudades es un buen ejemplo del pensamiento fuera de la caja al que tendremos que apelar. Consumimos y producimos en las ciudades y ahí es donde impactarán más fuerte todos estos cambios.


martes, agosto 14, 2012

Nuevos rumbos de la ciudad creativa


Las ciudades son campos de experimentación fascinantes para el despliegue de tecnologías sociales que promuevan el desarrollo de la comunidad. El cruce entre tecnología y participación social es el motor de la ciudad creativa, tal como lo están demostrando experiencias concretas en el mundo entero. Con el afán de etiquetar de alguna manera el desorden de mis apuntes sobre el tema me atrevo a proponer tres campos de innovación para las ciudades creativas.

Resiliencia

La capacidad para sobreponerse a los contratiempos es un rasgo esencial para nuestras ciudades, afectadas por un entorno cada vez más impredecible y por macrotendencias de alcance incierto. La resiliencia a nivel urbano puede verificarse en la multitud de proyectos en los que la propia comunidad toma la iniciativa para proponer mejoras sustantivas. Love Your Streets, por ejemplo, es una organización británica que invita a realizar una buena y sencilla acción comunitaria cada día. Message in Motion, por su parte, ofrece la posibilidad de compartir videos cortos con experiencias personales y sociales a través de una camioneta que recorre la ciudad diseminando estos mensajes. Cause.it, finalmente, es una aplicación que permite recompensar con puntos de descuento en comercios participantes del programa a quienes desarrollen acciones comunitarias.

El envejecimiento poblacional de las ciudades también requiere de una reacción concertada por parte de la comunidad, orientada a valorar la experiencia de los adultos mayores, extender su participación en el mercado del trabajo y ampliar los vínculos familiares y sociales:

Too often we have a deficit model of ageing, older people characterised as resource consumers who are dependent and need protecting. It is much rarer to find examples of engagement and dialogue about the positive contribution of older people. There is a golden opportunity to celebrate and promote the economic contribution of older people – now is the time for a more consistent engagement focused on how people can maintain their economic activity and refresh their skills in a commercial setting or by contributing to the local social economy (NewStart).

Age Friendly NYC o la Subsecretaría de la Tercera Edad en la Ciudad de Buenos Aires son apenas un par de ejemplos de programas impulsados desde el Estado. De todos modos, es mucho más poderoso el efecto de estas iniciativas en la medida que la propia comunidad se adueñe de estas herramientas.


La ciudad laboratorio

"Jugar en la ciudad" es un tópico recurrente de este blog. Hay un potencial dormido en la posibilidades de experimentación que ofrece el espacio público. A los ejemplos reseñados anteriormente podemos sumar muchos otros.

Lo nuevo de lo nuevo parece ser la cría de abejas en las ciudades. Portland, como casi siempre, picó en punta en una moda que se extiende rápidamente a otras ciudades de Estados Unidos y Europa. Lo interesante, desde el punto de vista de la experimentación, es todavía no están claras las consecuencias de esta tendencia. En la misma línea puede analizarse la expansión de los huertos urbanos y, en menos tiempo del que pensamos, la llegada de los mega invernadores verticales.

Los espacios "vacíos" en las ciudades plantean un desafío que trasciende a los propietarios de dichos solares, tal como lo demuestra este texto sobre Vacíos Urbanos Autogestionados. Los límites al derecho de propiedad adquieren así una dimensión mucho más creativa: El uso temporal de los espacios no aprovechados no vulnera los derechos de sus legítimos dueños. Se impone la necesidad de diseñar un nuevo marco legal en el que convivan las genuinas aspiraciones de la comunidad a "activar" predios abandonados junto al interés de los propietarios (como nota al pie, de todos modos, quiero mencionar el comentario de un lector de este blog que abogó hace un tiempo por la poética del vacío, invitando a no modificar los descampados y otros espacios abandonados de nuestras ciudades).

Lucky Ant, una plataforma de crowdfunding hiper local que busca apoyar a los comercios barriales, es otro proyecto que aprovecha la tecnología y la participación social como provocar una transformación real del desarrollo económico local. ¡Ojalá que prospere y aparezca por acá! (en su versión original o través de un copycat).


Nuevos conceptos para entender la realidad

Entre el ruido de proyectos transformadores van surgiendo algunos conceptos que pueden ser útiles para interpretar la metamorfosis de la ciudad creativa.

El "placemaking" es un concepto imperfectamente traducible en "planificación y acción urbana" o "planificación y acción del espacio público". Rod Stevens propone en este artículo una analogía interesante con la informática: The Software of Placemaking:

Back to the computer analogy: one of the essential questions for the upgrade of Apple’s operating systems is backwards integration: how many old applications should they continue to support, and at what cost to speed and elegance and new features? This is the same question for effectively managing and programming real estate, be that a place to live, work, learn, shop or play. What Sher and Biederman have shown is the value and success that comes from paying attention to real and immediate needs. Get the basics right, and your customers will come along with you and draw new ones as well.

En segundo lugar, y como bien señala esta nota, en materia de planificación urbana es tanto o más importante imitar rápidamente las buenas prácticas internacionales que ser pionero en la implementación de soluciones innovadoras. Es una relectura del concepto de "capacidad de absorción" que mencionara hace tiempo Richard Florida.

Finalmente, vale la pena citar una de las conclusiones de "Social Cities of Tomorrow", uno de los tantos eventos dedicados a reflexionar sobre los cambios profundos que se están viviendo en el plano local:

“When you do an image search for the query smart city”– Martijn from the Mobile City began explaining to the audience—“mostly the results you get are pictures of buildings, cars and technology. People are nowhere to be seen. Not a single image”. This type of imagined city is precisely the opposite of what a social city embraces: the idea of city as a self-regulated technological space is put aside in favor of a urban space that is sustained by human connections (and technology as a facilitator for such connections). As a result, the night began with strong words such as “compromise”, “engagement” and “ownership”: a city where citizens communicate with each other and with their government in a two-way, ideally transparent process. As the night unfolds it becomes clearer that a social city is as strong as the relationships that take place in it.

En definitiva, se trata siempre de no perder de vista que la comunidad es el principio y el fin de todos los desafíos que experimentamos en nuestras ciudades. La meta es construir entre todos (y el "todos" en países tan desiguales como el nuestro es un elemento absolutamente central) la "Ciudad Humana" (o Human City).



martes, julio 17, 2012

Tierra en trance




La gentrificación parece ser una enfermedad de difícil tratamiento en muchas grandes urbes alrededor del planeta. Martín Mercado me pasó hace tiempo un par de artículos del diario inglés The Guardian que ilustran muy bien la tensión entre el mercado y la "escena cultural" (artefacto siempre complejo de definir) en una ciudad como Berlín.

Los bailes de antes


Berlín ha establecido un fondo para intentar proteger sus discotecas más emblemáticas del avance inmisericorde de la especulación inmobiliaria. Muchos de estos lugares ocupan viejos galpones y fábricas en barrios otrora venidos a menos.

La paradoja "karmica" del under se repite invariablemente: Los artistas y "trendsetters" se instalan en zonas marginales y/o periféricas para aprovechar el bajo costo de desembarco (alquileres bajos o propiedades en condiciones de ser ocupadas) poniendo de moda, con el tiempo, estos barrios y contribuyendo al aumento general de precios. ¿Tiene sentido subsidiar los locales nocturnos para que sigan funcionando en los mismos lugares? ¿La escena se achica o se transforma?

El eje de la discusión no es solamente la voracidad inmobiliaria sino la mucho más compleja cuestión de la identidad de la ciudad. Parte del patrimonio inmaterial de Berlín es sin duda su vida nocturna, arriesgada, independiente y marcada por las transformaciones sufridas por la ciudad en los últimos años. Aún así, el riesgo de la intervención estatal bienintencionada es el convertir a estos lugares en tristes museos, espacios sin alma sostenidos en la siempre mutante agenda nocturna gracias a los fondos públicos.

La música que escuchan todos


El segundo artículo apunta directamente al meollo del asunto: Un grupo de artistas se atrincheró en Berlín para intentar impedir (sin éxito) que dinamitaran Tascheles, cuna de la contracultura de la ciudad, para dar paso a otro desarrollo inmobiliario probablemente sin gracia:

Its demise 22 years after the collapse of communism would be a significant loss for a city whose Bohemian reputation is its biggest selling point, and further evidence, say critics, that Berlin is being gentrified beyond recognition. "It's time for the citizens of Berlin to ask what kind of future we want," says Linda Cerna, spokeswoman for the artists. "Will we want to live in a city where everything has been sold or privatised and we just have shopping malls, gated communities and loft apartments?".

El mismo artículo da cuenta del rechazo producido en la misma época (abril de este año) a la instalación del BMW Guggenheim Lab en el barrio de Kreuzberg de la capital alemana. Lo interesante es que el laboratorio financiado por la empresa automotriz recorre distintas ciudades proponiendo justamente reflexionar sobre problemáticas urbanas a través de una mirada interdisciplinaria. El sistema expulsa a sus actores más indóciles, aquellos que justamente forjaron la identidad rebelde de la ciudad, y busca reemplazarlo con una versión lavada, pasteurizada, y en condiciones de ser esponsoreada por marcas interesadas en asociarse a propuestas innovadoras.


martes, marzo 06, 2012

Yo vivo en una ciudad...


Medio mundo (literalmente) vive en ciudades y el diseño tiene algo que decir -y hacer- al respecto. El riesgo, por supuesto, es estirar tanto el concepto de design thinking hasta que deje ser inteligible. De todos modos, son muchos los ejemplos que demuestran el rol positivo del diseño a la hora de encarar los problemas urbanos. 

La mirada: El diseño es, por sobre todo, una disciplina basada en la observación y orientada a la resolución de problemas. La presentación del indio Rohan Shivkuman en What Design Can Do! apuntó justamente a la capacidad de los diseñadores para entender la trama oculta en los pliegues de la ciudad y la sensibilidad para plantear soluciones a escala humana:

Using Dharavi, considered Asia’s largest slum that is located in Mumbai, Shivkumar showed how designers are able to redevelop an area into a sustainable and profitable living environment. Instead of building large shopping malls and business districts, which would force many out of their own homes, by looking at the design of the location and mapping the lives of those living within the community, it is possible to create a thriving community that simply needs a new way of looking at things. Designers need to stop hiding from problems and find ways to face them head on. It’s about going beyond the formal training, asking not only what does it mean to be a designer and what does being a relevant designer mean. Without the ability to find relevance in what is really happening, then as a designer you’re sitting on a surface missing what is truly going on down below.

La emoción: Los diseñadores pueden ayudar a los gobiernos a "conectar" a las personas con las ciudades que habitan, invirtiendo en lo que Peter Kageyama llama "infraestructura del amor":

Yes, we need to pave our streets and fix potholes — but there is more to a city than that. My worry in the current economic/political climate is that we will fixate only on these traditional “essentials,” and in doing so undermine the very thing that is keeping many communities going – the love, affection and loyalty that people have for their places. We need to expand our expectation of “essentials” and include that which speaks to our higher selves, and invest at least a little in beauty, fun and engagement. This does not take lots of money — it takes creativity, imagination, and an awareness of its importance. 
(...)
Ultimately, we need to invest in the “infrastructure of love” because emotions matter. They play a critical role in our decision-making process since they tell us what to value. If we are not emotionally attached to our cities, it shows. And things we don’t value become disposable, so we feel free to walk away from them without a second thought because we have little emotional or other investment in them. When we love someone, we are willing to do more for them, to make sacrifices — we forgive shortcomings and fight for them. Emotions are contagious, and our cities need them now more than ever.

La visión: Por sus cicatrices las ciudades transpiran una energía latente preñada de posibilidades. El diseño puede contribuir a hacer realidad esos futuros deseados. Los espacios vacantes, por ejemplo, están ofreciendo los desafíos más interesantes, tal como demuestran el Dutch Atlas of Vacancy, el proyecto Popuhood, Depave, 3Spaceo la proliferación de huertos urbanos. Vale la pena citar a Manu Fernández en el mismo post mencionado antes:

Con la que tenemos encima, más nos vale aprender a hacer de la ciudad un espacio flexible, liberador más que recortador de usos, expresiones y actividades. Son, por ejemplo, una buena alternativa para dar usos (transitorios o permanentes) a solares vacíos. Urbanismo adaptativo. Son, por ejemplo, una forma de expresión y organización comunitaria, y quizá son tiempos para ello. Urbanismo adaptativo. Son, por ejemplo, una vía para empezar a entender el sistema de producción y distribución alimentaria de otra manera. Son, como bien sugiere Jordi en una buena propuesta, alternativas para la implicación ciudadana en la ciudad.

Buenos Aires tiene una saludable base de diseñadores y una escena acostumbrada a desarrollarse en contextos de crisis recurrentes. Quizás sea hora de emular proyectos como ExpoTENtial para aprovechar esa energía creativa:

Conceived by Laetitia Wolff, "ExpoTENtial, 10 urban interventions x 10 design labs" is a multi-dimensional, curated platform/festival that seeks to foster NY design communityʼs engagement with the city by investigating ideas for a slower (yes), smarter, livelier, healthier urban experience. The labs focus on a selection of complex, pressing and sustainability-related challenges (food systems, climate change, transportation, energy efficiency, recycling, information overload, etc), using the city as a context for design and design as a specific point of view.
(pic)

miércoles, noviembre 23, 2011

Con una ayuda de mis amigos


A principios de año hablamos de IDEO en este blog con la admiración reservada a las experiencias lejanas. Nada hacía prever entonces que tendríamos el placer de escuchar a Chris Domina durante nuestro Festival Internacional de Diseño, en el marco de las Conferencias CMD 2011. Tampoco podía anticipar que tendría la oportunidad de conversar con el mismísimo Tom Kelley, fundador de la firma, luego de su charla en WOM-Latam, evento en el que oficié de moderador de unos de los paneles.

No pude ver la presentación completa de Kelley pero tomé nota de tres conceptos útiles para cualquier organización: 
  • Hay que convertirse en antropólogo, profundizando la capacidad de observación. La sensación de "vuja de" (por oposición a deja vu): Estuviste ahí mil veces pero ahora lo ves con nuevos ojos.
  • Tratar a la vida como a un experimento. Estar preparado para fallar (aprender). Bajar las expectativas en la etapa de prototipado para incrementar el potencial de aprendizaje. 
  • Buscar la polinización cruzada para capturar lo mejor de todos lados. 
Mis notas son bastante más áridas y aburridas que la presentación de Tom. Salí tan entusiasmado de la conferencia que compré su libro "Las diez caras de la innovación" a la salida.

Sospecho que nuestra relación con IDEO recién comienza. Un artículo en Metropolis Mag me llevó a descubrir la nueva encarnación de la firma: IDEO.org:

Four different government entities have awarded contracts to IDEO in the past two years: the Social Security Administration has asked the firm to help figure out how to get more people applying for retirement benefits online. The General Services Administration (GSA) has asked it to look into ways to use smart-building dashboards to drive people to use less energy. The new Consumer Financial Protection Bureau, set up by an act of Congress in response to the financial crisis, is talking to IDEO about shaping its services to meet public needs. And the Office of Personnel Management (OPM) has asked the firm to do short-term research into attracting and recruiting top people to government positions and, subsequently, retaining them.

Ya estamos en comunicación con ellos para pensar posibles proyectos para Buenos Aires. ¿Qué pasa si juntamos a los creativos de nuestra ciudad con los problemas inherentes a su desarrollo? ¡Me encantaría que IDEO nos ayudara a averiguarlo!

Mientras tanto, trataré de hacerme tiempo para jugar a CityOne, el juego gratuito creado por IBM para plantear el desarrollo sostenible de las ciudades (¡y, de paso, vender sus servicios!). Quizás en un futuro no muy lejano podamos generar una iniciativa similar con la pujante industria de videojuegos local (que se lució en la reciente EVA en el CMD).


martes, octubre 25, 2011

La ciudad compartida


Cada tanto la deriva cibernética me pone en las narices diferentes eventos a los que con gusto hubiera pagado para poder asistir. Internet, como el escaparate de una agencia de viajes, nos enrostra infinitos destinos posibles. QUAM 2011 fue, sin duda, una conferencia para aprovechar, sobre todo por mi reciente -y creciente- obsesión  por entender a la ciudad como el espacio ideal para lograr mayor participación social a través de la tecnología.

Desde esta doble articulación se plantean una serie de cuestiones a partir de la relación entre ciudadanía, prácticas creativas y procesos que inciden en el espacio político y social: 
 ¿Puede la ciudad diseñarse y construirse bajo la lógica de la creatividad compartida y el código abierto? Quién puede participar y cómo se articula un proyecto compartido? ¿Cómo se pueden cartografiar las prácticas existentes en el territorio? ¿Se puede hacer política desde el ejercicio de la ciudadanía activa? Autosuficiencia, co-responsabilidad, prácticas alternativas ... ¿cuáles son las relaciones que se pueden establecer con los gobiernos? ¿Cómo se relacionan políticas y espacios? ¿Cómo se condicionan entre ellos? ¿De qué manera se pueden generar nuevas prácticas culturales? ¿Pueden estas transformar el espacio social? ¿Se pueden generar alternativas a los modelos económicos actuales desde la perspectiva de la creatividad aplicada?

La política de creación y promoción de distritos creativos que estamos impulsando en la Ciudad de Buenos Aires apunta a la reconfiguración productiva de zonas postergadas. Los distritos proponen un destino productivo posible, asociado a las nuevas demandas laborales de una ciudad global, y buscan complementar y ampliar los usos existentes. No hay futuro si no conocemos el pasado y si no entendemos el presente. Cada uno de nosotros construye su mapa de la ciudad, del barrio, de su calle, a partir de la propia experiencia y de su pertenencia a un colectivo en permanente transformación. La tecnología permite que cada uno cuente su propia historia y, entre todos, se construya el relato común.

sábado, septiembre 03, 2011

Manifiesto: En esto creo


Hace unos años me crucé en Internet con la gente de URBZ, un colectivo dedicado a facilitar la producción y difusión de información, conocimiento, ideas y prácticas para constituir mejores ciudades para todos. Tuve la chance de conversar con ellos en Mumbai en 2010 y encontré a un grupo de gente valiente y comprometida, explorando y reflexionando sobre el potencial de los ignorados por el sistema. 

Airoots es un blog en el que se discuten estas cuestiones y que mantiene un vínculo que no termino de identificar con los URBZ. En un artículo de principios de este año compartieron un ensayo que me conmovió por su claridad y contundencia. Copio algunos párrafos que abren nuevas perspectivas para pensar las ciudades y los cruces que éstas proponen: 


The deeper we go, the closer we come to aligning with artists who share the same starting points – an attraction and empathy for worlds that fall outside dominant and mainstream urban ideologies. We can confidently say that the so-called slums, favelas, suburban ghettoes, street corners, urban villages and inner cities are breeding grounds for artists not simply because they are marginal or exotic spaces, but because they embody critiques and counterpoints through their very existence. One has to only look at the musical productions coming out of the ghettos of Baltimore, the favelas of Rio or the suburbs of Paris. Some of the most powerful forms of expression are emerging far from the centre. As architectural theorist and philosopher Yehuda Safran says, “The future is in the periphery.” Of course, artistic and cultural productions coming from the periphery are rarely treated with the respect they deserve. But when they are, what emerges is something we find truly significant as urban practitioners.

(...)

Plans and designs as finished products is a limited and limiting idea. Development projects that do not involve the people who will inhabit them often end up alienating them in one way or another. Super-developed urban infrastructure that provides for everything – art galleries, performance spaces, parks – can still produce, within a short span of time, bored and alienated youngsters. Similarly, habitats that are pre-fabricated ultimately come to life only when their inhabitants start to work on them by living in and transforming spaces through their needs. Our engagement with urban worlds has convinced us that at no point of time can one design a finished city – a promise that has been proven unrealistic and false, a countless number of times. What we can do is ensure processes of engagement and participation that are constantly active.

(...)

Our generation of urban practitioners sees the city as an animate subject. Not as a dead corpse or mechanical ensemble, nor as a monstrosity in various stages of organic decay – visions that have, for long, populated the imaginations of urban thinkers and artists. The city we see emerging and are working towards is high-tech and rooted at the same time. What moves it are the millions of people, who day after day, make it their own by walking on the roads, running shops, standing and chatting at street corners, painting walls, making and repairing houses and getting involved in local affairs.

(...)

This vision, once ironically called the Global Village, convinces us more than ever that the choices for us in terms of habitats are not as unbounded as we once thought. Cities, for better or worse, are really the contexts in which we live and where humanity will probably perish, whenever that happens. For all those anguished souls, us included, who remain dissatisfied with the state of the world – this realisation forces us to look at the city afresh. If only because it is not simply that dazzling confluence of modernity and emancipation but simply, all that there is for us to work with, whether we like it or not. The questions, therefore, change from “Do we want to live in cities?” or even “What kind of cities do we want?” to “How do we cope with this urban reality?” and “How do we improve it?” The context rather than the ideology becomes the starting point for all creative processes.

domingo, agosto 14, 2011

Elige tu propia aventura


Estoy en la mitad de "Who´s Your City?" de Richard Florida y cada vez más entusiasmado por el potencial de transformación de las ciudades. La participación social, potenciada y expandida por la tecnología, y la valentía de gobiernos locales dispuestos a perder el monopolio del espacio público en pos de un uso más inclusivo son las claves para desarrollar una ciudad realmente creativa.

Ya hemos hablado varias veces (acá y acá) del crowdsourcing aplicado a la gestión de la ciudad. De todos modos, que una ciudad del tamaño de Nueva York decida embarcarse en esta aventura es definitivamente una buena noticia. La campaña Give a Minute apunta a involucrar a los ciudadanos en la generación de nuevas ideas para implementar en la ciudad y ya se han presentado proyectos bien interesantes.

El espacio que habitamos está preñado de significados y cada uno de nosotros cuenta la historia de la ciudad contando su propia historia. Vale la pena detenerse en el proyecto chileno "Artefactos de experiencia poética":

Este proyecto propone una investigación sobre la creación de ficciones particulares para vivir la ciudad. Hace referencia a distintas piezas de la lírica chilena, considerándolas como parte importante del patrimonio arquitectónico(imaginario) de la nación. Distingue a los habitantes de la ciudad actual, como personajes capaces de apropiarse del espacio público en el que se desenvuelven, buscando aptitudes para formar lazos de memoria e identidad con sus semejantes y espacios; considerando la situación de imaginar como un fenómeno cultural característico, potente y significativo en la sociedad chilena. El propósito es considerar la posibilidad de transformar nuestros espacios físicos y subjetivos en lugares significativos de la memoria y la identidad, para que el tema del imaginario subjetivo pueda ser considerado como punto de enfoque a la planeación e implementación de futuros proyectos urbanísticos.

En la misma línea, "La esquina indicada" es un proyecto artístico que superpone una historia posible sobre el trasfondo espacial de la Chacarita.  

La tendencia hacia la agricultura urbana es también, de alguna manera, un nuevo relato alternativo del desarrollo de la ciudad. Farming the City es un buen punto de partida para entender un fenómeno que no hará más que expandirse en los próximos años (también puede verse re:farm the city o los locales Articultores). Más del 50 por ciento de la población mundial vive en ciudades por lo que parece lógico que el campo también hibride la identidad de las urbes.

jueves, agosto 04, 2011

¡Es la clase media!


La foto es de Caracas pero podría representar a muchas otras ciudades en el planeta. Acabo de leer un artículo de Joel Kotkin en la revista Metropolis que es un tremendo llamado de atención para los fanáticos de los proyectos faraónicos de regeneración de ciudades. El mensaje de fondo es es que las ciudades están dejando de ser espacios de integración social para convertirse en una colección de guetos y exclusión, con una creciente brecha entre ricos y pobres.

As the middle class has decamped, central London has become more stratified. Residents and workers there and in the West End account for some of the most concentrated wealth on the planet. At the same time, prospects for London’s middle class have weakened, with many fleeing to the suburbs or even leaving the country. (Britain remains a large exporter of educated workers to the rest of the world.) The major issue here is the high cost of housing. Even in its poorest neighborhoods, London now ranks as one of the most unaffordable places for middle-income people to buy a home. 
Still, life is much tougher for the city’s poor, many of whom live less than an hour’s walk from the wealthiest neighborhoods. Take a stroll just a mile or two from the Thames and you enter a very different London. It is here where you’ll see why the financial capital of the European Union also has the highest incidence of child poverty in Great Britain (more even than in the beleaguered North East). Thirty-six percent of children in London live in poverty, a figure that rises to more than one-half when the city’s housing costs are factored in.

Necesitamos ciudades que sean diversas y lo suficientemente accesibles para el desarrollo de una clase media y una clase trabajadora que pueda convivir -y expresarse- en armonía. Como comenté en mi charla de marzo en Pamplona, no son los edificios sino las personas.

Given these global realities, it might be time for our urban boosters to curb their enthusiasm for the “luxury city” and refocus on how to meet the aspirations of their middle- and working-class residents. If they don’t, lack of opportunity will drive more and more of this crucial aspirational class farther and farther away, mostly to smaller citiesand suburbs that still offer “an inventory of the possible.”

sábado, julio 30, 2011

¿No ves que va la luna?


La reflexión en torno a la ciudad creativa está cada vez más de moda y a mi me toca el honorable trabajo de refritar las contenidos interesantes que pesco en la red, convenientemente sazonados con mis monólogos de ocasión. Qué constituye una ciudad creativa es materia de extensa discusión en la literatura por lo que seguiremos adentrándonos en el laberinto de citas cruzadas con la esperanza de acercarnos a la presa. 

Hace poco aprovechamos un ranking de ciudades vivibles publicado el año pasado por Monocle para plantear los dilemas que generan este tipo de categorizaciones. Un artículo publicado recientemente en el blog Future of Business avanza en la misma dirección:

This is all fine and understandable – to a degree. But as Edwin Heathcote, the “Financial Times” architecture correspondent, pointed out in a recent article, having proximity to the great outdoors, efficient transport systems and a substantial number of coffee shops does not necessarily add up to a city that actually draws in the innovative and creative people who can make a place so vibrant and an attractive tourist attraction. Offer a couple of teenagers the option of a weekend in Munich or Vancouver (traditional stars of liveability lists) over Los Angeles or New York and see what kind of reaction you get.

El comentario es interesante a la luz del "problema" identificado en el post anterior: Ciudades que no califican en los índices construidos por los teóricos pero que sin embargo resultan mucho más atractivas por cuestiones inherentes a su identidad (¿Rio de Janeiro o Hamburgo? ¿Atlanta o Estambul?). Parece hacer falta una nueva categoría de ciudad creativa "emergente" para dar cuenta de este fenómeno: Ciudades del mundo en desarrollo que llaman la atención por su cultura vibrante a pesar de la falta de recursos (o quizás, justamente, gracias a ello). 

Una de las diapositivas de mi charla de marzo en Pamplona decía: "No son los edificios sino las personas" y hacía referencia a los nuevos espacios culturales urbanos que están surgiendo en toda Europa, planteando la necesidad de dar más importancia a los contenidos que a la infraestructura. El artículo "Contenedores sin contenido" se extiende sobre el mismo tema de manera mucho más interesante y a través de varios ejemplos pone en duda la inversión pública en estos proyectos faraónicos. Desde el sur del sur tranquiliza saber que no estamos condenados a correr la carrera de los recursos económicos, pero también aparece con mucha claridad la responsabilidad de generar propuestas que sean atractivas pero también inclusivas.

Nuestras ciudades son creativas por las clases creativas que las habitan y en nuestro caso esos colectivos se desarrollan en contextos diferentes a los de metrópolis de Europa o Estados Unidos. En el cruce entre industrias creativas e inclusión social aparece un campo de experimentación que vale la pena explorar en profundidad, particularmente desde el Estado. El proyecto A gente transforma comandado por el diseñador brasileño Marcelo Rosenbaum es un ejemplo de los cientos de miles que se están dando en nuestras ciudades, apelando a la creatividad para dar respuesta a problemas bien reales:

A transição de um sonho para a vida real na comunidade Parque Santo Antônio, na zona sul de São Paulo. Idealizado pelo designer Marcelo Rosenbaum, o projeto A Gente Transforma concretizou uma de suas principais propostas: a inauguração da Biblioteca para Todos. “Pude ver uma comunidade feliz com o espaço e isso não tem preço. É gratificante. Devo este momento a todos que construíram esse sonho conosco”, conta Rosenbaum à Casa e Jardim. A construção chama atenção pelo visual divertido e cheio de cores.

miércoles, junio 15, 2011

Listas y más listas


Aprovecho los viajes para ponerme al día con la pila de revistas que descansa al costado de mi cama. En el avión de regreso de Berlín leí de un tirón un número viejo y fascinante de Monocle centrado en su ranking de ciudades vivibles. Hay cada vez más índices para medir la performance de las ciudades y muchos tienden a parecerse en sus variables de medición. Si bien el de Monocle no es la excepción la revista agrega una pizca de refrescante irreverencia y además se atreve a dar sugerencias de mejora para cada una de sus metrópolis elegidas.

Llama la atención que las ciudades de América Latina no aparezcan en la lista. El siguiente comentario de los editores arroja luz sobre el tema y permite reflexionar sobre qué constituye realmente a una ciudad creativa:

Sitting with my colleagues Andrew, Rob, Anders and Alex we discussed all that was right and wrong with Rio de Janeiro. The beach, as the city’s great democratic meeting place, seemed very right. So too did the new government‘s improvement projects along the water-front and its social and security programmes that were helping turn around many favelas, as well as the general rhythm of the place that makes it such an alluring metropolis. The wrongs were the gunships flying overhead, the desperate kids snatching and grabbing from unwitting tourists and all the fine architecture locked behind iron bars, razor wire and cow cameras. According to our metrics, Rio de ]aneiro would be a liveability failure because of its murder rate, its public transport system and its tired international airport. It took just one trip to the kiosk up the beach (accompanied by another tray of beers) to decide that we should add a special section to this year’s liveability survey that celebrates the cities that may not be the cleanest, safest or most perfectly planned but are still incredibly liveable — if you accept them on their own terms.

Con algunos ajustes de color, estos comentarios bien podrían caberle a Buenos Aires. Y si bien todas las ciudades de países emergentes pretenden mejorar en materia de calidad de vida no deja ser cierto que muchas poseen ese "no se qué" tan difícil de encapsular y medir. El desafío entonces tienen que ver con aprovechar esa idiosincrasia para proyectar una identidad única al resto del mundo, al tiempo que se invierte en el desarrollo de servicios que ya son moneda corriente en urbes más avanzadas.

lunes, junio 13, 2011

Charla: Una mirada irreverente a la ciudad creativa


Mañana martes estaré dando una charla por invitación de nuestros colegas del Ministerio de Desarrollo Urbano. Estaré hablando sobre temas que no están directamente vinculados a nuestro día a día pero que pueden servir para pensar la ciudad hacia el futuro (¡muy caradura de mi parte!), tomando como base mi reciente presentación en Agora Talentia (Pamplona). ¡Todos invitados!

sábado, junio 11, 2011

Todos somos Mercator


Cada tanto vuelvo a los mapas con la misma fascinación con la que recorría en mi infancia el gran atlas en la biblioteca de mis padres. Todos ocultamos a un cartógrafo en nuestro interior y lo vamos moldeando inconscientemente a medida que navegamos la ciudad. Nuestra capacidad para contar la propia historia está fuertemente vinculada con nuestra capacidad de mapear nuestro propio espacio, como bien lo refleja este post:

This is remapping, taking a world we know, and reworking how we see it. It's one way to make culture.

We don’t have to work with something as grand as a subway system. Over the course of many walks, I have remapped my little town in Connecticut. I live pretty close to “the old woman who listens to her TV really loudly. She’s 100.” I am up the street from the “the house built by that crazy Swedish guy who eventually returned to Europe and died in a pauper’s hospital.” About a mile from my house is “smuggler’s cove.” Down the street from there is “The Chinese pavilion,” and from there it’s an easy walk to the “Fortress of mystery,” “Where the roller coaster once stood,” and “House of the trapped Brazilians.”

Maps used to belong to faceless bureaucracies and the state. They were literal. They gave up everything beautiful and imaginative to be accurate and clear. (By some miracle, it takes even the most sober map around 15 years to turn into a thing of beauty. We don’t know why. Apparently map makers install secret beauty on time release.) There are cultures in which maps are rich in connotative meanings (see Basso on the Western Apache, below), but usually our maps are an unamused rendering of the world. What you see is what we got.

Tendríamos que enseñarle a la gente a mapear "su" ciudad, su barrio. La magia de la vida en comunidad está en la micropolítica de cada esquina, en el rompecabezas de identidades compartidas que podemos construir en cada cuadra. ¡Y, de paso, también podemos enseñar a jugar!

viernes, abril 08, 2011

Stand up

El mes pasado tuve el honor de ser invitado como expositor a la segunda edición de Ágora Talentia, un encuentro internacional desarrollado en Pamplona (Navarra) para promover la innovación y el talento creativo. Fue una experiencia increíble que ya contaré en más detalle. Por el momento me atrevo simplemente a compartir los videos de mi charla:






El blog entra en modo "vacaciones" (¡por fín!). Hasta más ver.

miércoles, febrero 16, 2011

A la deriva


Lamentablemente cada vez hay menos tiempo para la deriva sin rumbo. Tuve siempre a la trashumancia como a una fruta prohibida, pese a los escarceos de mochilero y a la época de vagar de noche con la bicicleta por los bordes de lo que hasta ese momento había sido mi ciudad. Recuerdo el impacto de la lectura del libro de Osvaldo Baigorria sobre la gente del camino; el silenciosos respeto por quienes buscan la libertad en el horizonte.

Pseudo asociaciones libres para introducir el proyecto Drift Deck, que descubrí en el increíble blog BLDGBLOG:

The Drift Deck, produced in 2008 by Julian Bleecker and Dawn Lozzi, is "an algorithmic puzzle game used to navigate city streets," offering "instructions that guide you as you drift about the city."

Each card contains an object or situation, followed by a simple action. For example, a situation might be—you see a fire hydrant, or you come across a pigeon lady. The action is meant to be performed when the object is seen, or when you come across the described situation. For example—take a photograph, or make the next right turn.

Hace más de dos años tropezaba con el concepto de "psicogeografía" de Guy Debord:

Entre los diversos procedimientos situacionistas, la deriva se presenta como una técnica de paso ininterrumpido a través de ambientes diversos. El concepto de deriva está ligado indisolublemente al reconocimiento de efectos de naturaleza psicogeográfica, y a la afirmación de un comportamiento lúdico-constructivo, lo que la opone en todos los aspectos a las nociones clásicas de viaje y de paseo.

Una o varias personas que se abandonan a la deriva renuncian durante un tiempo más o menos largo a los motivos para desplazarse o actuar normales en las relaciones, trabajos y entretenimientos que les son propios, para dejarse llevar por las solicitaciones del terreno y los encuentros que a él corresponden. La parte aleatoria es menos determinante de lo que se cree: desde el punto de vista de la deriva, existe un relieve psicogeográfico de las ciudades, con corrientes constantes, puntos fijos y remolinos que hacen difícil el acceso o la salida a ciertas zonas.

Pero la deriva, en su carácter unitario, comprende ese dejarse llevar y su contradicción necesaria: el dominio de las variables psicogeográficas por el conocimiento y el cálculo de sus posibilidades. Bajo este último aspecto, los datos puestos en evidencia por la ecología, aun siendo a priori muy limitado el espacio social que esta ciencia se propone estudiar, no dejan de ser útiles para apoyar el pensamiento psicogeográfico.

Creo que seríamos mejores ciudadanos si nos dejáramos llevar de tanto en tanto por lo que la ciudad tuviera a bien ofrecernos, como navegantes en tierras incógnitas, los ojos bien abiertos y cierta nostalgia en la retina.

miércoles, enero 26, 2011

Un mundo de puntos



Hace un tiempo decidí suscribirme a Fast Company después de haberla comprado con cierta intermitencia en aeropuertos. Tiene mucho menos flema inglesa que el Economist -y bastante relleno- pero algunas notas son muy flasheras. Hace poco leí este artículo sobre videojuegos y su impacto cada vez más importante en la vida real y de ahí llegué a la charla de aquí arriba.

Para el que tenga ganas y tiempo recomiendo sobre todo el video. Si bien hay un costado medio aterrador de los temas que presenta a mi me dejó pensando respecto a la posibilidad de aplicar la lógica de los videojuegos (un sistema de premios asociado al esfuerzo y a la contribución de cada uno) a la vida pública. La verdad es que no tengo idea cómo pero creo que nos vendría bien rescatar a aquellos ciudadanos (¿y por qué no también a las calles o barrios?) que manifiesten una actitud proactiva respecto a los problemas sociales. Podrían otorgarse "puntos" (¿descuentos en el ABL?) a quienes tengan un un rol social destacado, a quienes se organicen para embellecer su cuada, etc. De hecho, el nuevo registro de conducir que descuenta puntos por mala conducta aplica esta lógica pero en sentido inverso. Con la fusión entre nuestra existencia real y virtual (¿se dieron de que ya no hay más nics? ahora todos tenemos una reputación online que cuidar!) parece tener sentido que vayamos incorporando aspectos de ambos mundos (¿incluyendo las varias "vidas" y el game over?).

jueves, diciembre 02, 2010

Bailando en el Titanic


Leí sobre el Innovation Dublin Festival en agosto y guardé el artículo para comentarlo más tarde. Crisis mediante, la propia idea de organizar un evento de estas características puede parecer extemporánea, aunque en función de la experiencia argentina en la materia quizás valga la pena redoblar la apuesta por la creatividad como alternativa de desarrollo.

El festival en cuestión se desarrolló durante 11 días con un contenido más que interesante:

Companies and organisations across Dublin are planning a range of events including seminars, workshops, discussions, exhibitions, performances, showcases and competitions on a range of topics, from cutting-edge design technologies such as biomimicry to arts initiatives like opera in public places.

“Releasing creative energy is what it’s all about,” says the man charged with the organisation of the festival, Michael Stubbs, assistant city manager with Dublin City Council.

“If we just wait around for the next creative wave to come along, we will miss it – that’s not the way things happen. We have to compete at the leading edge with the most creative cities in the world. We have to go back to basics to a certain extent. We have found ourselves in a spot of bother and if we look within ourselves to our own creativity we might come up with sustainable solutions that are different and distinctly Irish.”

The Innovation Dublin festival was launched last year to promote innovation and creativity in the city. Originally conceived by the Creative Dublin Alliance and coordinated by Dublin City Council, the project received hundreds of ideas and submissions from Dubliners across all walks of life. The result exceeded all expectations, with 40,000 visitors attending over 465 events throughout the city region. In response to this initial success, it was decided to make the festival an annual event.

Encuentros de estas características permiten poner en evidencia la creatividad, provocar encuentros y conectar a los ciudadanos. La dimensión social es fundamental para evitar un contenido que sólo unos pocos puedan aprovechar. Es interesante también plantearlos como sistemas de código abierto, invitando a todo el mundo a arremangarse y meter mano en la programación.

Con esas premisas en mente encaramos este año el Festival Internacional de Diseño, que se desarrolló en diferentes sedes a fines de octubre y que contó con la entusiasta participación del público. Ya estamos planeando el Festival del 2011 y esperamos que sea aún más participativo. Sugiero suscribirse a la web en Facebook para estar al tanto de las novedades.

miércoles, octubre 20, 2010

Jugar por jugar


Hace poco leí este artículo sobre el Cynthia Gentry y su quijotesca vocación: hacer jugar a todo el mundo. Lean la nota que es cortita. Quizás mueran de envidia, como yo, con este proyecto para construir una casita en los árboles para que jugaran chicos de un campamento para niños discapacitados:


She envisioned it hidden in the trees, with enclosed and screened areas and, per the kids’ requests, fans to keep them cool, a swirly slide and hidden trapdoors.

“Most important was that the treehouse be magical and give the kids a sense of wonder,” she says.

Gentry presented her ideas to Lord, Aeck & Sargent, the architecture firm that had designed the camp. Senior associate Amy Leathers came up with a design that filled the bill: a rustic octagonal structure with a lookout and a “green” roof.

Gentry asked the Savannah College of Art and Design if students might be willing to carve totem poles to punctuate the path to the treehouse. Professor Allen Peterson’s introductory sculpture class went to Rutledge to see the camp.

“We were all blown away by the place and the mission,” he says.

Spurred by the cause and the opportunity to place their work in public, the students exceeded expectations, he says. By turns, colorful, wacky and mysterious, the sculptures add excitement to the journey through the woods. Camp director Dan Mathews reports the campers and their parents so love the new hideout that he jokes about renaming the facility Camp Treehouse.


Sirva este post para reflexionar sobre lo poco que jugamos en la ciudad. Tratamos al espacio público como si fuera un sitio incómodo e inseguro que nos separa de nuestras casas y no nos permitimos siquiera el rayito de sol en la vereda de nuestros mayores. Por otro lado, nuestras plazas son bastante aburridas y además están pensadas únicamente para menores.

El diseño tiene -o debería tener- un rol importante que jugar en el desafío de abrir nuevos espacios de juego en la ciudad. Habría que organizar concursos e involucrar a la propia comunidad local en la búsqueda de esos intersticios e invitar a todos a tomar las riendas en sus manos (¡como este señor de Portland que decidió traer unas cabras a pastar a su terreno!). Un buen comienzo podría ser listar los pocos espacios de juego existentes y mostrar ejemplos internacionales para inspirar el cambio.