lunes, junio 27, 2011

Héroes de nuestro tiempo


Leí sobre el trabajo de Walter Hood en una Fast Company del año pasado. El tipo es parte de un movimiento cada vez más entusiasta que plantea a la arquitectura como una disciplina fundamentalmente vital, apostando a la ciudad como punto de encuentro:

Before Hood started designing Splash Pad Park in 1999, for example, it was a deserted traffic island under Oakland's I-580 freeway. "Some people wanted it to be a dog park, others wanted an underground creek, and a few wanted something completely different," says longtime Oakland resident Ken Katz, 67. Today, it's all of the above -- and then some. Cement tiles blanket the apron in front of an amoeba-shaped fountain, engraved with the names of the donors who made the installation possible. Grassy knolls are dotted with palm trees from the original island, as well as newly planted dogwood, a water-hungry plant that thrives off the underlying swampland. "It's a hybrid space," Hood says. "Everyone can find a way in." And they do. Every Saturday, the park hosts a massively popular farmers' market and concert series.
This is public space as Hood believes it should be: multitasking, respectful of the land, rooted in -- and watered by -- the community. "Think about the history of civilization," Hood tells me, as if I'm one of his architecture students at UC Berkeley. "The agora, the piazza, the theater, the street, the Colosseum -- we define ourselves in the public realm. And in America, our public realm is sad. We have to be told how to act." He deepens his voice. "Sit here, look there,

El gran desafío para quienes tienen la responsabilidad de gestionar las ciudades es buscar formas de involucrar cada vez más a los ciudadanos en la planificación, implementación y control de reformas que tiendan a humanizar el espacio público (algo que viene haciendo el Ministerio de Desarrollo Urbano en la Ciudad de Buenos Aires). 

miércoles, junio 22, 2011

Comer experiencias


Hace tiempo que no hablamos de gastronomía. Como lo demuestra el siempre fascinante Cukmi, el sector es una ventana interesante para auscultar los cambios que se están desarrollando en la sociedad en general.

Que vivimos en una economía de la experiencia es ya casi un cliché. Todo es replicable menos la experiencia concreta de haber vivido algo único (el último recital de New Order, la final de un mundial o cenar en El Bulli). Dos restaurantes están experimentando con modelos de negocios impensados hasta hace poco tiempo.

El chef John Fraser plantea una relectura del formato pop up store para ofrecerle experiencias únicas a sus comensales:

Each month for the next nine months, the new restaurant from vaunted NYC chef John Fraser (of Dovetail and Snack Taverna, by way of French Laundry) will change just about everything about itself, from the menu and the soundtrack down to the look of the place, according to a loose theme. One month it might serve potato skins with wheat beer fondue in an icy Nordic environment; the next red velvet cake in a Gatsby-esque setting of lush fabrics and sultry lighting. What's more, the old designs will be commemorated as life-sized blueprints mapped on the floor and walls. (No word on how they'll commemorate the food.)

La austeridad parece imponerse en tiempos de crisis económicas, lo cual permite vislumbrar modelos de negocios exitosos basados en la impaciencia y el consumo consciente de los clientes:

For the debut theme -- a stark Nordic winter -- they bought chairs on eBay from a real estate agent in Texas for $10 a pop, then upholstered them on their own. Many of the tables came from the restaurant that had occupied the space before. As for the lighting, they handcrafted chandeliers out of cardboard and minimalist lamp shades out of the pages of a $1 book they found at Housing Works.

Nick Kokonas también plantea un modelo de negocios disruptivo que tiene el potencial de revolucionar la forma en la que comemos (o nos entretenemos entre bocado bocado):

Big idea: Reimagining the restaurant experience as entertainment -- and pricing it as such. At the Chicago eatery Next, patrons will buy all-inclusive tickets, appear by curtain time (with prime meal times costing more), and enjoy the show. "All fine dining is like theater to a certain extent," says Nick Kokonas, 42, who will launch Next this winter with Grant Achatz, the chef and cofounder of Chicago's famed Alinea. "At Alinea, we pay three people to answer phones and mostly tell people that we're full between 7 and 8 on a Saturday. I started thinking that we're going about this all wrong." So at Next, the same meal would cost less on, say, a Wednesday at 9:30 p.m. than on a Saturday at 8, and there's no tip calculating to sully the meal's afterglow. Next's menu will be transformed quarterly (early-20th-century Parisian, futuristic Hong Kong), and diners can buy annual subscriptions. Kokonas is designing his own software to handle online ticketing -- more than 6,500 people have already queued up for reservations.

El nuevo culto a la experiencia llega a extremos impensados en el cruce entre diseño y gastronomía, como lo demuestra esta nota publicada a fines del año pasado en Ñ:

A Guixé le resulta curioso que la comida esté poco diseñada, que sea un medio tan conservador. Sin duda, eso tiene que ver con nuestra percepción, a veces engañosa, de que la comida viene directamente de la naturaleza. No obstante, a medida que la escasez mundial de alimentos comience a generar soluciones tecnológicas, quizá nos acostumbremos a la idea de alimentos producidos artificialmente. En agosto, The Royal Society publicó una serie de artículos sobre el futuro de la comida; uno de ellos postulaba que la carne artificial “cultivada en cubas” era una forma viable de satisfacer nuestra demanda futura de proteínas. Sostenía que la carne in vitro era más sana e higiénica que la real.

Hay diseñadores que ya están estudiando las implicancias de esos avances.

Me explota la cabeza de pensar en el mundo que nos tocará vivir (y comer). Sin duda en el futuro habrá museos para rememorar la forma en la que nos alimentábamos a principios del Siglo XXI.

miércoles, junio 15, 2011

Listas y más listas


Aprovecho los viajes para ponerme al día con la pila de revistas que descansa al costado de mi cama. En el avión de regreso de Berlín leí de un tirón un número viejo y fascinante de Monocle centrado en su ranking de ciudades vivibles. Hay cada vez más índices para medir la performance de las ciudades y muchos tienden a parecerse en sus variables de medición. Si bien el de Monocle no es la excepción la revista agrega una pizca de refrescante irreverencia y además se atreve a dar sugerencias de mejora para cada una de sus metrópolis elegidas.

Llama la atención que las ciudades de América Latina no aparezcan en la lista. El siguiente comentario de los editores arroja luz sobre el tema y permite reflexionar sobre qué constituye realmente a una ciudad creativa:

Sitting with my colleagues Andrew, Rob, Anders and Alex we discussed all that was right and wrong with Rio de Janeiro. The beach, as the city’s great democratic meeting place, seemed very right. So too did the new government‘s improvement projects along the water-front and its social and security programmes that were helping turn around many favelas, as well as the general rhythm of the place that makes it such an alluring metropolis. The wrongs were the gunships flying overhead, the desperate kids snatching and grabbing from unwitting tourists and all the fine architecture locked behind iron bars, razor wire and cow cameras. According to our metrics, Rio de ]aneiro would be a liveability failure because of its murder rate, its public transport system and its tired international airport. It took just one trip to the kiosk up the beach (accompanied by another tray of beers) to decide that we should add a special section to this year’s liveability survey that celebrates the cities that may not be the cleanest, safest or most perfectly planned but are still incredibly liveable — if you accept them on their own terms.

Con algunos ajustes de color, estos comentarios bien podrían caberle a Buenos Aires. Y si bien todas las ciudades de países emergentes pretenden mejorar en materia de calidad de vida no deja ser cierto que muchas poseen ese "no se qué" tan difícil de encapsular y medir. El desafío entonces tienen que ver con aprovechar esa idiosincrasia para proyectar una identidad única al resto del mundo, al tiempo que se invierte en el desarrollo de servicios que ya son moneda corriente en urbes más avanzadas.

lunes, junio 13, 2011

Charla: Una mirada irreverente a la ciudad creativa


Mañana martes estaré dando una charla por invitación de nuestros colegas del Ministerio de Desarrollo Urbano. Estaré hablando sobre temas que no están directamente vinculados a nuestro día a día pero que pueden servir para pensar la ciudad hacia el futuro (¡muy caradura de mi parte!), tomando como base mi reciente presentación en Agora Talentia (Pamplona). ¡Todos invitados!

sábado, junio 11, 2011

Todos somos Mercator


Cada tanto vuelvo a los mapas con la misma fascinación con la que recorría en mi infancia el gran atlas en la biblioteca de mis padres. Todos ocultamos a un cartógrafo en nuestro interior y lo vamos moldeando inconscientemente a medida que navegamos la ciudad. Nuestra capacidad para contar la propia historia está fuertemente vinculada con nuestra capacidad de mapear nuestro propio espacio, como bien lo refleja este post:

This is remapping, taking a world we know, and reworking how we see it. It's one way to make culture.

We don’t have to work with something as grand as a subway system. Over the course of many walks, I have remapped my little town in Connecticut. I live pretty close to “the old woman who listens to her TV really loudly. She’s 100.” I am up the street from the “the house built by that crazy Swedish guy who eventually returned to Europe and died in a pauper’s hospital.” About a mile from my house is “smuggler’s cove.” Down the street from there is “The Chinese pavilion,” and from there it’s an easy walk to the “Fortress of mystery,” “Where the roller coaster once stood,” and “House of the trapped Brazilians.”

Maps used to belong to faceless bureaucracies and the state. They were literal. They gave up everything beautiful and imaginative to be accurate and clear. (By some miracle, it takes even the most sober map around 15 years to turn into a thing of beauty. We don’t know why. Apparently map makers install secret beauty on time release.) There are cultures in which maps are rich in connotative meanings (see Basso on the Western Apache, below), but usually our maps are an unamused rendering of the world. What you see is what we got.

Tendríamos que enseñarle a la gente a mapear "su" ciudad, su barrio. La magia de la vida en comunidad está en la micropolítica de cada esquina, en el rompecabezas de identidades compartidas que podemos construir en cada cuadra. ¡Y, de paso, también podemos enseñar a jugar!

jueves, junio 09, 2011

El Santo


Radar publicó este maravilloso texto de Leonard Cohen el domingo pasado:

Cómo decir poesía

Por ejemplo la palabra “mariposa”. Para usar esta palabra no hace falta aligerar la voz, ni dotarla de pequeñas alas empolvadas, ni inventar un día soleado o un campo de narcisos, ni estar enamorado, ni estar enamorado de las mariposas. La palabra “mariposa” no es una mariposa de verdad. Está la palabra y está la mariposa. La gente tendrá todo el derecho a reírse de ti si confundes estos dos conceptos. No le des tanta importancia a la palabra. ¿Qué quieres transmitir, que amas a las mariposas con más perfección que nadie o que entiendes realmente su naturaleza? La palabra “mariposa” no es más que un dato. No te da pie a revolotear, elevarte, proteger las flores, simbolizar la belleza y la fragilidad o interpretar de alguna forma a una mariposa. No representes las palabras. No representes nunca las palabras. No intentes nunca despegar del suelo cuando hables de volar, ni gires la cabeza y cierres los ojos cuando hables de la muerte. No me mires con ojos ardientes cuando hables del amor. Si quieres impresionarme al hablar del amor, métete la mano en el bolsillo o debajo del vestido y acaríciate. Si tu ambición y tu hambre de aplausos te han llevado a hablar del amor, debes aprender a hacerlo sin desacreditarte a ti mismo ni lo que dices.

¿Qué expresión podría definir a nuestra época? Nuestra época no tolera expresión alguna. Todos hemos visto fotografías de madres asiáticas desoladas, así que no nos interesa la agonía de tus órganos achacosos. Nada de lo que puedas expresar con tu cara tiene parangón con el horror de nuestro tiempo. No lo intentes siquiera. Sólo merecerías el desprecio de los que han sido tocados en lo más hondo. Todos hemos visto noticieros con seres humanos embargados por el dolor y la desazón. Todos sabemos que comes como Dios manda y que hasta te pagan para que te subas a un escenario. Estás tocando para gente que ha vivido catástrofes, así que tranquilízate. Di las palabras, transmite los datos y hazte a un lado. Todos sabemos que sufres. No puedes contarle al público todo lo que sabes del amor en cada verso de amor que digas. Hazte a un lado: la gente sabrá lo que tú sabes porque ya lo sabía. No tienes nada que enseñarles. No eres más hermoso que ellos. Ni más sabio. No les grites. No fuerces una entrada en seco. Eso es sexo mal practicado. Si muestras el contorno de tus genitales, entrega lo que prometes. Y recuerda que, en el fondo, la gente no quiere acróbatas en la cama. ¿Qué necesitamos? Estar cerca del hombre natural, estar cerca de la mujer natural. No quieras ser un cantante venerado por un público numeroso y leal que desde siempre ha seguido los altibajos de tu carrera. Las bombas, lanzallamas y demás mierdas han destruido algo más que árboles y poblados. También han destruido los escenarios. ¿Acaso creías que tu profesión iba a escapar de la destrucción general? Ya no hay escenarios. Ya no hay candilejas. Estás entre la gente, por lo tanto sé modesto. Di las palabras, transmite los datos y hazte a un lado. Quédate solo. Quédate en tu habitación. No montes un número.

Se trata de un paisaje interior. Está dentro y es privado. Respeta la intimidad de tus textos, pues fueron escritos en silencio. La valentía de la interpretación es decirlos. La disciplina de la interpretación es no violarlos. Deja que el público sienta tu amor por la intimidad aunque ésta no exista. Sé una buena puta. El poema no es un slogan. No puede promocionarte. No puede fomentar tu reputación de sensible. No eres un semental. No eres un ladrón de corazones. Tanto gangster del amor y tanta tontería. Eres un estudiante de disciplina. No representes las palabras. Las palabras mueren cuando las representas, se marchitan, y no nos queda más que tu ambición.

Di las palabras con la precisión exacta con que comprobarías la ropa de tu colada. No te conmuevas con una blusa de encaje. Unas braguitas no tienen por qué ponértela dura. No tiembles al ver una toalla. Las sábanas no han de dibujar una expresión de ensueño alrededor de tus ojos. No hace falta que llores en el pañuelo. Los calcetines no están ahí para evocarte extraños y lejanos viajes. No es más que tu colada. No es más que tu ropa. No seas un mirón escudriñando a través de ella. Limítate a llevarla puesta.

El poema es mera información. Es la Constitución de la patria interna. Si lo declamas y lo hinchas con nobles intenciones, no eres mejor que esos políticos que tanto desprecias. No haces más que agitar una bandera y llamar patéticamente a la patriotería emocional. Piensa en las palabras como ciencia, no como arte. Son un informe. Es como si dieras una conferencia en la Federación de Montañismo. Las personas que te escuchan conocen todos los riesgos de la escalada, y te honran dando por sentado que lo sabes. Si se los pasas por la cara, estás insultando la hospitalidad que te ofrecen. Infórmales de la altitud de la montaña, describe el equipo que utilizaste, especifica el tipo de superficie y fija el tiempo que duró la escalada. No busques dejar al público boquiabierto. Si el público se queda boquiabierto, no será debido a tu apreciación de los hechos, sino a la suya. Tu mérito estará en la estadística y no en las inflexiones de tu voz ni en los ademanes enérgicos de tus manos. Estará en los datos y en la tranquila organización de tu presencia.

Evita las fiorituras. No temas ser débil. No te avergüences de estar cansado. Tienes buen aspecto cuando estás cansado. Parece como si pudieras seguir y seguir sin parar. Y ahora ven a mis brazos. Eres la imagen de mi belleza.

martes, junio 07, 2011

Design cyborgs


Estuve leyendo con mucha atención el artículo Meet the New Hybrid Designers, de Eckersley y Alexis. Está emergiendo un nuevo tipo de diseñador híbrido que integra cuestiones de diseño y negocios en un contexto académico (y que habitualmente carece de una formación primaria en la materia):

The gradual emergence of design as an important strategic input to business has raised the stakes for design management, widening expectations of what designers uniquely have to offer, particularly with regard to the work of innovation. Despite the economic motivations for businesses to innovate, there are relatively few professionals skilled in such work.

(...)

Some of these up-and-comers who might have earlier gone the MBA route are now looking at graduate school in design. They are coming to design school out of diverse educational backgrounds.

El design management parece estar todavía en pañales en Argentina, más allá del algunos casos muy prometedores. Sería interesante identificar a estos nuevos perfiles híbridos para poner en evidencia su contribución al desarrollo local y, de paso, incentivando a otras personas a sumarle una mirada fresca y desprejuiciada al campo del diseño.

viernes, junio 03, 2011

Ciudades atractivas



Por el Economist llegué a este interesante artículo sobre el desarrollo de talent spikes:

The proof: “Talent spikes” are expanding at a faster rate than ever before. Spikes are geographic concentrations of economic activity, innovation, and talent: Silicon Valley for cutting-edge technology, Los Angeles for film production, Bangalore for software development, Taiwan and Shenzhen for high-tech manufacturing, and so on. Add to that a growing “long tail” of specialization in talent spikes: synthetic fiber production in Korea, mathematical research in Russia, agricultural biotech in Brazil.

Como el siempre estimulante -y marketinero- Richard Florida, este concepto tiene la virtud de ser fácilmente comunicable pero es, a la vez, muy elusivo a la hora de establecer mecanismos serios de medición. De todos modos, representa un elemento interesante para analizar el rol de las grandes empresas multinacionales en el desarrollo de ciudades y distritos creativos.

Los autores identifican tres etapas en el vínculo de las multinacionales con estos nuevos centros del talento global y ofrecen una serie de recomendaciones para aprovecharlos al máximo. Copio aquí abajo los extractos más relevantes y arriesgo algunas conclusiones (en cursiva en los mismos párrafos) que pueden ser de utilidad para ciudades como la nuestra:

Stage One: What Else Is Out There?

Most Western companies tend to identify spikes late in their development.

Si efectivamente las multinacionales llegan tarde a los nuevos centros de talento hay una oportunidades para las ciudades y regiones que sepan promoverse tempranamente con un mensaje claro, atractivo y consistente.

(...)

Western companies will need to explore the relevant edges to their business in a much more systematic way. They must also adopt a more active role in shaping these promising locations.

Aparece así la opción de involucrar a estas mismas empresas en el impulso inicial a los clusters o distritos creativos, integrándolas, por ejemplo, en la inversión educativa o de infraestructura que dará sustento al desarrollo posterior.

Stage Two: How Can We Accelerate Talent Development?

Western companies also tend to have a strong bias in favor of establishing their own “captive” facilities. Their basic spike strategy sounds something like this: “There is a big concentration of mobile technology expertise in Shanghai, so we will build a captive research center in Shanghai to hire those people.” That’s a static view.

Los autores proponen "enchufarse" al talento local en lugar de construir desde cero la capacidad de innovar. Esto implica una oportunidad para vincular a las compañías locales en un pool de recursos de I + D que pueda asociarse a las empresas internacionales en un esquema "ganar - ganar".

(...)

There is another, more dynamic option. A company could build a network of relationships within an offshore community, for example.

Stage Three: How Can We Weave Talent Spikes Together?

Most companies have a siloed view of talent spikes. They see open innovation and participation in highly specialized offshore locations as separate initiatives. They are still focused on developing the management practices required for participating effectively in individual spikes.

(...)

But by adopting a dynamic rather than a static view, executives can create institutional platforms that help all participants to get better faster and more effectively tap into the economic potential that a proliferation of talent spikes creates.

Los autores proponen aprovechar los distintos centros de talento globales como una red de recursos integrada. ¿Por qué no adelantarse a este fenómeno para desarrollar redes formateadas a medida de nuestras necesidades? El Distrito Tecnológico de Buenos Aires está empezando a vincularse a otras iniciativas de la región y lo mismo estamos haciendo en el campo del diseño a través de la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO.