La economía italiana puede estar yéndose al cuerno pero el país no deja de evocar toda la magia y vitalidad del Meditarráneo. Saqué esta foto en la Feria del Libro de Frankfurt. El banner tiene un diseño simple y efectivo: El sol sobre un ventana a medio abrir y repleta de libros. Cada vez que pasaba por ese pasillo de la feria la cabeza se escapaba inevitablemente a una casa de algún pueblito toscano y, detrás de la ventana y los libros, la promesa del fruto de la vid y de la tierra.