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martes, enero 31, 2012

Nuevas lecturas estivales

(La foto es de acá)

Sigue el recuento de lecturas veraniegas en Trade and Me, ya extrañando la posibilidad de tener tanto tiempo para dedicarle a los libros y al dolce far niente.



Novela generacional, emparentada al también interesante "Formas de volver a casa" del chileno Alejandro Zambra, "El ruido de las cosas al caer" es una respuesta posible a quienes nos preguntamos por la vida cotidiana en tiempos de balas. Dan ganas de entrarle al resto de los libros de Juan Gabriel Vázquez, quien además escribe regularmente en periódicos y revistas culturales de Colombia (recomiendo particularmente la revista Arcadia).  






Compré este libro en 2003 y desde entonces estuvo esperando a que le hincara el diente. ¡Para eso sirve el verano! "Aires de familia. Cultura y sociedad en América Latina" es una colección de ensayos muy agudos sobre la realidad cultural de nuestros países, precaria, a veces reaccionaria, diversa, y algo esquizofrenica frente a los embates hegemónicos de los países centrales.






En el abismo de mi ignorancia no me había cruzado jamás con Bernardo Kordon, enorme escritor argentino de emoción arltiana que recuerda también, lejanamente, a las obras magistrales de Armando Discépolo. "Alias Gardelito - Kid Ñandubay" presenta dos de sus novelas cortas y es un festín de buena literatura. 








"Antigona y Creonte. Rebeldía y Estado en Colombia" es un libro extraño, excesivamente académico y algo hermético en su lenguaje. De todos modos, tiene un planteo interesante y contrapuesto a la actual visión hegemónica sobre guerrilla, violencia y agenda de los derechos humanos en Colombia. 







Primera novela de Fabio Polanco, joven escritor colombiano que tuvo la gentileza de regalarme el libro cuando nos conocimos. "Novela corta de un pequeño dios malogrado", que puede conseguirse en versión e-book,    es la historia de un dios triste al que sus creaciones lo abruman, como a tantas otras deidades.








"Margarita Barrientos. Una crónica sobre la pobreza, el poder y la solidaridad", es un libro duro que va mucho más allá que la mera biografía del personaje central. Luciana Mantero hizo un excelente trabajo de investigación, poniendo el cuerpo pero conservando siempre una distancia prudente para relatar sin juzgar. Es una lectura imprescindible para entender un país en el que todavía 35 por ciento de la población vive en condiciones de pobreza y marginación.





"La mujer barbuda" es una novela entretenida, de lectura veloz, si uno le perdona la abundancia de clichés en torno al realismo mágico (¡volví a decirlo!) y delirante. Transcurre en Santa Marta y alrededores y se luce más si uno ha tenido la fortuna de visitar esas geografías. 








Sobre el final del viaje tuve la "desgracia" de visitar la Librería del Fondo de Cultura Económica en el Centro Cultural Gabriel García Márquez de Bogotá y volví a casa un poco más pobre y lleno de libros. Consigno, para la pila de libros pendientes, "La luz difícil" de Tomás González, "Barba Jacob el mensajero" de Fernando Vallejo y los tres tomos de "Virus tropical" de Powerpaola, bellamente editados por La Silueta. Compré también varios números de El Malpensante. ¡Ahora sólo falta el tiempo para leerlos!





jueves, junio 09, 2011

El Santo


Radar publicó este maravilloso texto de Leonard Cohen el domingo pasado:

Cómo decir poesía

Por ejemplo la palabra “mariposa”. Para usar esta palabra no hace falta aligerar la voz, ni dotarla de pequeñas alas empolvadas, ni inventar un día soleado o un campo de narcisos, ni estar enamorado, ni estar enamorado de las mariposas. La palabra “mariposa” no es una mariposa de verdad. Está la palabra y está la mariposa. La gente tendrá todo el derecho a reírse de ti si confundes estos dos conceptos. No le des tanta importancia a la palabra. ¿Qué quieres transmitir, que amas a las mariposas con más perfección que nadie o que entiendes realmente su naturaleza? La palabra “mariposa” no es más que un dato. No te da pie a revolotear, elevarte, proteger las flores, simbolizar la belleza y la fragilidad o interpretar de alguna forma a una mariposa. No representes las palabras. No representes nunca las palabras. No intentes nunca despegar del suelo cuando hables de volar, ni gires la cabeza y cierres los ojos cuando hables de la muerte. No me mires con ojos ardientes cuando hables del amor. Si quieres impresionarme al hablar del amor, métete la mano en el bolsillo o debajo del vestido y acaríciate. Si tu ambición y tu hambre de aplausos te han llevado a hablar del amor, debes aprender a hacerlo sin desacreditarte a ti mismo ni lo que dices.

¿Qué expresión podría definir a nuestra época? Nuestra época no tolera expresión alguna. Todos hemos visto fotografías de madres asiáticas desoladas, así que no nos interesa la agonía de tus órganos achacosos. Nada de lo que puedas expresar con tu cara tiene parangón con el horror de nuestro tiempo. No lo intentes siquiera. Sólo merecerías el desprecio de los que han sido tocados en lo más hondo. Todos hemos visto noticieros con seres humanos embargados por el dolor y la desazón. Todos sabemos que comes como Dios manda y que hasta te pagan para que te subas a un escenario. Estás tocando para gente que ha vivido catástrofes, así que tranquilízate. Di las palabras, transmite los datos y hazte a un lado. Todos sabemos que sufres. No puedes contarle al público todo lo que sabes del amor en cada verso de amor que digas. Hazte a un lado: la gente sabrá lo que tú sabes porque ya lo sabía. No tienes nada que enseñarles. No eres más hermoso que ellos. Ni más sabio. No les grites. No fuerces una entrada en seco. Eso es sexo mal practicado. Si muestras el contorno de tus genitales, entrega lo que prometes. Y recuerda que, en el fondo, la gente no quiere acróbatas en la cama. ¿Qué necesitamos? Estar cerca del hombre natural, estar cerca de la mujer natural. No quieras ser un cantante venerado por un público numeroso y leal que desde siempre ha seguido los altibajos de tu carrera. Las bombas, lanzallamas y demás mierdas han destruido algo más que árboles y poblados. También han destruido los escenarios. ¿Acaso creías que tu profesión iba a escapar de la destrucción general? Ya no hay escenarios. Ya no hay candilejas. Estás entre la gente, por lo tanto sé modesto. Di las palabras, transmite los datos y hazte a un lado. Quédate solo. Quédate en tu habitación. No montes un número.

Se trata de un paisaje interior. Está dentro y es privado. Respeta la intimidad de tus textos, pues fueron escritos en silencio. La valentía de la interpretación es decirlos. La disciplina de la interpretación es no violarlos. Deja que el público sienta tu amor por la intimidad aunque ésta no exista. Sé una buena puta. El poema no es un slogan. No puede promocionarte. No puede fomentar tu reputación de sensible. No eres un semental. No eres un ladrón de corazones. Tanto gangster del amor y tanta tontería. Eres un estudiante de disciplina. No representes las palabras. Las palabras mueren cuando las representas, se marchitan, y no nos queda más que tu ambición.

Di las palabras con la precisión exacta con que comprobarías la ropa de tu colada. No te conmuevas con una blusa de encaje. Unas braguitas no tienen por qué ponértela dura. No tiembles al ver una toalla. Las sábanas no han de dibujar una expresión de ensueño alrededor de tus ojos. No hace falta que llores en el pañuelo. Los calcetines no están ahí para evocarte extraños y lejanos viajes. No es más que tu colada. No es más que tu ropa. No seas un mirón escudriñando a través de ella. Limítate a llevarla puesta.

El poema es mera información. Es la Constitución de la patria interna. Si lo declamas y lo hinchas con nobles intenciones, no eres mejor que esos políticos que tanto desprecias. No haces más que agitar una bandera y llamar patéticamente a la patriotería emocional. Piensa en las palabras como ciencia, no como arte. Son un informe. Es como si dieras una conferencia en la Federación de Montañismo. Las personas que te escuchan conocen todos los riesgos de la escalada, y te honran dando por sentado que lo sabes. Si se los pasas por la cara, estás insultando la hospitalidad que te ofrecen. Infórmales de la altitud de la montaña, describe el equipo que utilizaste, especifica el tipo de superficie y fija el tiempo que duró la escalada. No busques dejar al público boquiabierto. Si el público se queda boquiabierto, no será debido a tu apreciación de los hechos, sino a la suya. Tu mérito estará en la estadística y no en las inflexiones de tu voz ni en los ademanes enérgicos de tus manos. Estará en los datos y en la tranquila organización de tu presencia.

Evita las fiorituras. No temas ser débil. No te avergüences de estar cansado. Tienes buen aspecto cuando estás cansado. Parece como si pudieras seguir y seguir sin parar. Y ahora ven a mis brazos. Eres la imagen de mi belleza.

martes, octubre 26, 2010

Una de compadritos


Pasé la mañana del domingo leyendo de un tirón la novela breve "Paño Verde" de Roger Pla y escribo ahora todavía maravillado por esas páginas. Confieso que el abismo de mi ignorancia desconocía la existencia de este escritor. El librito llegó a mis manos gracias al Club de Libro Independiente, proyecto tan recomendable como su cuasi homónimo discográfico, que entrega puntualmente su carga de letras al azar todos los meses.

Acá hay una buena descripción del libro por lo que no me atrevo a abundar en peligrosas metáforas. De todos modos, sugiero dedicarle unos tangos orilleros y quizás unas ginebras. También podría ir de la mano de la relectura de ese primer Borges enamorado del arrabal imaginario; exagerado, pero encantador en su afán de construir una mitología fundante para esta Buenos Aires tan jovencita. Pla escribe dando saltos, como una película en blanco y negro que alterna escenas de profunda emoción y con otras resueltas a los tiros. Al igual que Soriano, no puede disimular que quiere a sus personajes y, como Arlt, los dota de una moral definitivamente anti burguesa. Que lo disfruten.

miércoles, abril 14, 2010

Cuando todo se complica las cosas que aprendimos ya no son suficientes



El sábado pasado fue la gloria del dolce far niente. Colgué la hamaca como despidiendo al verano y leí la tarde entera la pila de comics, suplementos de domingo y libros que venían juntando tierra al costado de mi cama. De todos modos, transmediático al fin, bailé leyendo "Reversiones", bonito regalo de mi primo para mi pasado cumpleaños. La caverna platónica en una disco de los ochenta que no tuve edad para frecuentar como me hubiera gustado. El rock como un corazón metálico y sangrante.

jueves, enero 14, 2010

Ciudades adjetivadas

Buenos Aires fue la primera Ciudad del Diseño elegida por la UNESCO en el año 2005 y es parte de una red más extensa de Ciudades Creativas. Por otro lado, el año pasado nuestra ciudad fue elegida como Capital Mundial de Libro 2011, en otro programa también llevado adelante por la UNESCO. Los europeos están acostumbrados a estas etiquetas y en general disfrutan de un sinfín de actividades que se realizan al amparo de diferentes catagorías, las cuales van de lo útil a lo inofensivo en función de la capacidad de cada ciudad de sacarle el jugo a la chapa en cuestión.

El año pasado en Lyon tuve la oportunidad de conocer a la responsable del programa City of Literature de Edinburgo, Escocia. Vale la pena revisar a fondo el listado de proyectos realizados y los que tienen actualmente en carpeta. Es un buen ejemplo a imitar, sobre todo por el énfasis que ponen en cruzar sectores y en involucrar a todos los segmentos de la población, algo que intentamos hacer recientemente en nuestra Noche de las Librerías.

Para terminar, un bonito video del New Zealand Book Council que demuestra que se puede ser bien creativo en la promoción del libro y la lectura:




(Vía: Artfutura)

martes, julio 28, 2009

“La ciudad sin ti… está solitaria”


El domingo fui a la última función de "No te pases de lista", un espectáculo multimedia con textos de Pedro Lemebel, y fue otra vez pura emoción atragantada. Dejo de muestra un lindo cuento de amor gay:


Quién podría haber pensado entonces que me ibas a penar el resto de la vida, como una música tonta, como la más vulgar canción, de esas que escuchan las tías solas o las mujeres cursis. Canciones de folletín que a veces aúllan en algún programa radial. Y era tan raro que te gustara esa melodía romanticona a ti, un muchacho de la jota, en ese liceo poblacional donde cursábamos la educación media en plena Unidad Popular. Más extraño era que, siendo yo un mariposuelo evidente, fueras el único que me daba pelota en mi rincón del patio, arriesgándote a las burlas. “Pues la ciudad sin ti… está solitaria”, no dejabas de canturrear con esa risa melancólica que yo evitaba compartir para no complicarte. Hace poco, después de tantos años, volví a escuchar esa canción y supe que entonces admiraba tu candor revolucionario que se enfureció tanto cuando supiste que los fachos iban a destruir el mural de la Ramona Parra en el frontis del liceo. Hay que hacer guardia toda la noche, dijiste, y nadie te pescó porque al otro día había una prueba. Qué importa la prueba, me da una hueva, yo me quedo cuidando el mural del pueblo. Y a mí tampoco me importó la prueba, cuando escapé de mi casa a medianoche y me fui al liceo donde te encontré acurrucado, empuñando un palo, haciendo guardia bajo el mural de pájaros, puños alzados y bocas hambrientas. “Pues la ciudad sin ti… está solitaria”, reíste sorprendido al verme, haciendo un espacio para que me sentara a tu lado. No lo podías creer y me mirabas y cantabas “todas las calles llenas de gente están y por el aire suena una música”. Te vine a hacer compañía, compañero, dije tiritando de tímido. Bienvenida sea su compañía, compañero, me contestaste pasándome el pucho a medio consumir por tu boca jugosa. No fumo, te contesté con pudor. Entonces no fumaba, ni piteaba, ni tomaba, ni jalaba, sólo amaba con la furia apasionada de los 17 años. Pueden venir los fachos, ¿no tienes miedo? Te contesté que no, temblando. Es por el frío, esta noche hace mucho frío. No me creíste, pero enlazaste tu brazo en mis hombros con un cálido apretón. “De noche salgo con alguien a bailar, nos abrazamos, llenos de felicidad… mas la ciudad sin ti… está solitaria”. Era extraño que cantaras esa canción y no las de Quilapayún o Víctor Jara, que guitarreaban tus compañeros del partido. La cantabas despacito, a media voz, como si temieras que alguien pudiera escucharte. No sé… era como si me la cantaras sólo a mí. “Pues la ciudad sin ti…”, musitabas cada letra en el vaho de aquella tensa noche de vigilia pendeja. Casi no sentía frío a tu lado y hablando así, despacito, de tantas cosas, de tanto ingenuo adolecer, me fui relajando, adormilando en tu hombro. Pero el pavor me cortó la respiración al escuchar unos pasos en la calle. No te muevas, me soplaste al oído sujetando el garrote. Pueden ser los fachos. Y permanecimos así juntitos, con el corazón a dúo, haciendo tum tum, expectantes. Pero no eran los fachos, porque las pisadas se perdieron en la concavidad de la calle retumbando. Y quedamos de nuevo solos en silencio. “Y por aire suena una música…”, volviste a cantar en mi oído y así pasaron las horas y al día siguiente nos sacamos rojo en la prueba y vinieron los exámenes de fin de año y los tiempos escolares rodaron turbulentos en marchas por Vietnam y mítines en apoyo al Presidente Allende. Y después, la música se cortó de pronto, vino el golpe y su brutalidad me hizo olvidar aquella canción.

Nunca más supe de ti, pasaron los inviernos de tormenta rebasando el Mapocho de cadáveres con un tiro en la frente. Pasaron los inviernos con la estufa a parafina y la tele prendida con Don Francisco y su musiquita burlesca acompañando el cortejo de la patria en dictadura. Todo así, con show importado, con vedettes tetudas en las faldas de los generales. La única música que retumbaba en el toque de queda era la de esa farándula miliquera.

Nunca más supe de ti, quizás escondido, arrancado, torturado, acribillado o desaparecido en el pentagrama impune y sin música del duelo patrio. Algo me dice que fue así. Santiago es una esquina, Santiago no es el gran mundo, aquí algún día todo se sabe. Por eso hoy, al escuchar esa canción, la canto sin voz, sólo para ti, y camino trizando los charcos del parque. Este invierno se viene duro, cae la tarde otoñal en el cielo reflejado en las pozas. Aglomeraciones de autos tocan bocinas en los semáforos. Van y vienen los estudiantes con sus pasamontañas para el frío y la protesta. Los santiaguinos se agolpan en los paraderos del gran Santiago en masa, en tumultos, en una muchedumbre alborotada que colma las calles… “Mas la ciudad sin ti… mi corazón sin ti… está solitario”.



miércoles, abril 22, 2009

¡Si tuviera tiempo tomaría este curso sin dudarlo!


Programa

Jueves 7

El viaje mítico en los orígenes de la literatura

La Odisea, de Homero | La epopeya de Gilgamesh, Anónimo | Sinbad, el marino, Anónimo

Jueves 14

El viaje como descenso a los infiernos

La Divina Comedia, de Dante Alighieri | El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad

La decisión de Randolph Carter, de H. P. Lovecraft

El viaje y el descubrimiento del mundo

Relación del primer viaje en torno al mundo, de Antonio Pigafetta | Naufragios, de Alvar Núnez Cabeza de Vaca

Viajes, de Marco Polo | El entenado, de Juan José Saer

El viaje y el mar: metáfora y naufragio

Moby Dick, de Herman Melville | Robinson Crusoe, de Daniel Defoe | La narración de Sir Arthur Gordon Pym, de Edgar Alan Poe

Jueves 21

Otros viajes, otros mundos

El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Cervantes Saavedra y Pierre Menard, el autor del Quijote, de Jorge Luis Borges

Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll | Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift | Ella, de H. Rider Haggard

El Eternauta, de H. G. Oesterheld | Los viajes en la obra de Julio Verne

Jueves 28

El viajero y el viajante

En el mar austral, de Fray Mocho | Almas muertas, de Nicolai Gogol

Seda, de Alessandro Baricco

El viaje en la literatura contemporánea

Los premios, de Julio Cortázar | Todo está iluminado, de Jonathan Safran Foer

La carretera, de Cormac McCarthy

Viajar la ficción

4 charlas sobre la relación entre literatura y viaje

Por Javier Martínez

Jueves de Mayo

19.00 a 21 horas

Arancel: $100

Informes e inscripción

Crack-Up | Libros & Café

Costa Rica 4767 – Palermo | 4831-3052

Para remover de la lista haga click aquí

jueves, abril 16, 2009

De la crónica diaria


Copio algunos párrafos interesantes de una entrevista a Cristián Alarcón publicada en enmediodelcampo:

-Cuando se trabaja con "grupos marginales" se suele hablar del riesgo de "embellecer la tragedia", al estilo Ciudad de Dios. ¿Es algo que te planteás evitar?
Cuando tuve que decidir qué director podía hacer la película de Cuando me muera quiero que me toquen cumbia solo tenía una pregunta para los tres directores que aparecieron con ganas: ¿De qué color cree que es el cielo en al escena en la que muere el Frente Vital? Quien finalmente se hizo de los derechos de adaptación fue Pucho Mentasti. Entre otros motivos porque me dijo que sería violeta. Me refiero a que el realismo es mi elección, pero no quiero que sea una trampa. Creer que la pobreza es gris o monocromática es daltonismo cultural. La intensidad en los territorios trastoca la visión estética de lo próximo. Es una manera de resistir al tedio, al calor insoportable, a la falta de agua, a los golpes de la cana, a los gritos y los insultos permanentes. El ensordecedor ruido de la cumbia, que sale de mega parlantes que parecen salidos de Barranquilla y no de Fuerte Apache, es parte de esa visión. Estetizar es también pintar la villa o el barrio como un páramo. Creer que lo real es escribir, o filmar, en clave de documental, puede ser un error político. Prefiero la recreación, la apuesta a una versión nueva de algo que se supone todos vemos por televisión en programas que venden el dramón de la pobreza como si fuera solo un montón de puteríos.

(...)

En general se dice que lo lectores leen menos y desde ese lugar se justifican las coberturas breves que tienden a simplificar y que terminan generando estereotipos y prejuicios discriminatorios ¿Qué pensas del, por llamarlo de algun modo, "mercado lector"?
Leí que Junot Díaz se queja por la falta de lectores, pero es el autor latino más vendido entre los yanquis. Estoy tramando una colección de crónicas urbanas desde la Facultad de Periodismo de la La Plata. El tema con las editoriales es si va a vender o no. Me dicen, no, la crónica no vende. Les digo: el Cuando me muera vendió diez ediciones. La buena literatura tampoco vende: es decir los mejores libros de cuentos, las novelas de los nuevos buenos tampoco, hasta que de pronto, algo pasa y hay alguno que se salva. En un mundo donde todo se hunde no podemos pretender que el mercado lector sea masivo. Pero sí podemos pretender contarlo. Se está hundiendo? Es un notón! Nos leerán los amigos? Quizás podamos tener un millón! Escribir sobre muertos me ha vuelto optimista. Peleo por el espacio desde que soy periodista; hasta el editor más jodido te cede unas líneas si se la vendés bien.

martes, abril 14, 2009

La letra con sangre entra


Por el blog de Omar Genovese llego a la crónica de Patricio Pron en Etiqueta Negra sobre su participación en la gira promocional del libro "La Joven Guardia. Nueva Literatura Argentina" en España en febrero de este año (Maxi Tomas, escritor y antólogo de la publicación, también menciona el tema en su blog).

La crónica es brillante y malvada y vale la pena leerla de punta a punta. Entre copas, charlas trasnochadas, hoteles de mala muerte y presentaciones algo vergonzosas, Pron va pintando a tres escritores "jóvenes" desesperados por el reconocimiento europeo y, sobre todo, deseosos de ser incorporados más temprano que tarde al omnipresente mercado. Más allá de los jugosos comentarios en el blog de Genovese, la verdad es que el artículo no me pareció tan lapidario. Me dan más bronca los gestos patoteriles de argentinidad al palo que la sinceridad de los escritores respecto a la necesidad de vender sus benditos libros.

La literatura está recorriendo el mismo camino que la música respecto a la separación del artista de su obra. El mercado arrastra a los autores a convertirse en estrellas y los obliga a escribir blogs, producir libros con la eficiencia de una máquina y salir de gira circense para beneplácito de gente que lee cada vez menos y entonces requiere del roce con la fama para satisfacer su onanismo literario. Cualquiera que se largue a escribir merece cierto respeto y es entendible la perplejidad de los "descendientes de Borges y Cortázar" (como dice el artículo de Prom) respecto al lugar en el que tienen que pararse en la cancha.

viernes, marzo 27, 2009

El Obruni


Otra bonita crónica de Daniel Alarcón sobre este mundo extraño y lleno de colores en el que vivimos:

De vez en cuando me encuentro con un ghanés en Estados Unidos y siempre termino soltándole una u otra palabra de las cinco de twi que me acuerdo. “Amigo”, por ejemplo, o quizá “gracias”, y el ghanés emigrante se ríe de mi acento, me abraza y me pregunta si me gustó su país. “Por supuesto, madamfo”, le respondo; “Madasepa”, él contesta, y así acaba nuestra conversación en su idioma natal. Luego pasamos al inglés y, si está con ganas, compartimos recuerdos de Accra, de Legon, del Lago Volta, o incluso de los pueblos esparcidos por el norte árido, y durante esta etapa de la conversa entiendo que me corresponde guardar silencio, dejar que el extranjero hable de su tierra sin ser interrumpido.

“Gracias, amigo”, me dice en twi cuando nos despedimos, aunque en realidad soy yo el que le debo las gracias. Siempre disfruto de estos nacionalismos a la distancia. Sea el país que mencionen, me recuerda mi niñez y las conversaciones de mis padres y sus amigos sobre el Perú.

(...)

lunes, marzo 16, 2009

Una nueva ensalada


Descubrí a Daniel Alarcón en una de las tardes mágicas del FILBA y desde entonces comencé a seguirlo con más pereza que eficacia (su "Radio Ciudad Perdida" todavía duerme en la pila de libros por leer). Más tarde caí en el muy interesante blog que escribe para Etiqueta Negra y quedé prendado de sus memorias africanas.

Alarcón es parte de lo nuevo de lo nuevo en la literatura de América Latina (el "post boom latinoamericano", de acuerdo con las tiranías del marketing) y comparte la estirpe nómade y globalizada con autores de todo el continente. Es probable que este linaje estuviera presente desde hace mucho tiempo en nuestros escritores. De todos modos, Internet los pone en evidencia de manera casi revolucionaria, potenciando sus redes y democratizando la información para acercarla al vulgo blogger. Hoy tenemos la suerte de asistir a cruces, maridajes e hibridaciones autorales en una ensalada cada vez más rica y compleja en la variedad y calidad de sabores.

A veces me invento un futuro incierto y amago parentezcos con estas gentes. Otras tantas admiro tristemente un destino que jamás será mío y espío sus movimientos transfronterizos desde la comodidad de la hamaca dominical.

Vaya una muestra de la escritura del Sr. Alarcón (mientras tanto, Rimbaud ilustra este post como ejemplo de literatura + viajes):

(...)

Sin duda, Accra no representaba Ghana: según los comentarios de mis compañeros, la esencia del país estaba lejos, fuera de la zona urbana, en el campo, en los pueblitos donde aún se mantenían las tradiciones autóctonas de la zona, donde la estructura familiar todavía no se quebraba, donde la vida seguía un ritmo más lento y no se hablaba inglés. Este argumento, teñido de un romanticismo conmovedor, se escuchaba mucho, incluso de gente que había nacido en la capital: esto no es Ghana, me decían, Ghana queda allá, e indicaban con gesto vago el norte, las provincias. Cuando les preguntaba a mis compañeros de estudios o mis vecinos en Legon A de dónde eran, mencionaban primero el pueblo natal de su padres, o incluso de su abuelos, lugares que en algunos casos ni siquiera conocían, o que habían visitado en su niñez, y de los que tenían sólo un puñado de recuerdos. Sin embargo, se identificaban con estas aldeas pequeñas y se llenaban de orgullo al describirlas.

Este detalle del carácter ghanaiano asombraba a muchos de nuestros compañeros gringos, gente por lo general desterrada, pero a Antonio y a mí no nos parecía tan extraño. Yo crecí cantando el himno de Independencia del colegio arequipeño donde mi viejo terminó la secundaria, y Antonio, a pesar de ser nativo de Los Ángeles, tenía una conexión casi mística con Michoacán, la tierra de su abuela. En el primer año universitario, bajo la influencia febril de un ambiente quizá excesivamente politizado, ambos nos habíamos tatuado con símbolos indígenas sobre el pecho –incaico en mi caso, azteca en el suyo– y entendíamos intuitivamente la nostalgia inventada de los ghanaianos de la capital, ese cariño inexplicable que uno puede tenerle a un lugar que no conoce, pero al que siente que pertenece.

(...)




viernes, febrero 06, 2009

Pedro el Grande

El paso de Pedro Lemebel por el FIlba 08 fue pura emoción y risas y otra vez emoción por ese chileno tan visiblemente contento de estar ahí, tomándose sus whiskys y regalando anécdotas y poesías a un auditorio embelesado. La cámara me jugó una buena/mala pasada y se quedó sin pilas justo ahí, cuando estaba decidido a grabar cada palabra, y entonces no tuve más remedio que concentrar la mirada en el disfrute efímero de esa tarde. Por un misterioso capricho del mercado los libros de Lemebel no se venden en Argentina y terminan siendo un secreto a voces que se trafica de mano en mano o el regalo alucinado de alguno que cruzó la Cordillera. Habría que armar un grupo en Facebook para que lo editen acá o lanzar una célula terrorista. Vayan los dos videos que grabé antes de quedarme sin batería y que lamentablemente no dan cabalmente cuenta de esa magia.




lunes, diciembre 29, 2008

The Filba Chronicles

El sábado 15 de noviembre fue una maratón (¿bicitón?) porque tuve que ir del Malba al Centro Cultural San Martín y de ahí nuevamente al Malba para no llegar tarde a Lemebel.

Si hubiera sido periodista casi con certeza abrazaría la crónica y ojalá en su costado más visceral y romántico: aquella capaz de encontrar amor en los rincones más sórdidos, la que se escribe con el hambre de los curiosos y el sino trágico de los nómades. El programa del festival anunciaba el panel La crónica, periodismo portatil de autor y entonces cómo perderse ese festín, sin María Moreno, maestra vernácula con quien amague un curso alguna vez (¡volveré, lo juro!) ausente sin aviso, pero con Cristián y Daniel Alarcón y el trovador Juan Villoro.

It was magic! Cristián estaba perfecto en su papel de moderador-disparador-cronista, aguantando los embates encantadores de un Villoro al que daban ganas de pagarle los tragos la noche entera para que siguiera hablando, y empujando suavemente a Daniel Alarcón para que contará su mezcla de peruanidad yanqui, sincera y sin dobleces. Hay seis videos y vale la pena verlos toditos. Agradezcan al freak de la camarita (¡me quedé sin pilas para Pedro!) y que dios reparta suerte.












miércoles, diciembre 24, 2008

Arnaldo el poeta

Decía la web del FILBA de Arnaldo Antunes:

Músico, solista, compositor, poeta, performer y "videasta", autor entre otros del disco-libro-vídeo Nombre (1993), y más tarde Nadie (1995), El silencio (1996), Un sonido (1998), El cuerpo (2000) y Paradeiro (2001). Varios intérpretes han grabado canciones de su autoría: Marisa Monte, Jorge Ben Jor, Gilberto Gil, Rita Lee y Ney Matogrosso, entre otros. Es uno de los nombres más conocidos en la poesía contemporánea brasileña y sus composiciones integran antologías internacionales. En 2002, lanzó en asociación con Marisa Monte y Carlinhos Brown el disco Tribalistas, que recibió el premio Grammy latino.


Y así llegué una noche de viernes a la carpa mágica que le brotó al Malba durante el Festival, sin saber mucho de este señor pero intrigado por sus miles de caras. Había mucha gente en la fila, incluyendo a una pareja de periodistas iraníes y un montón de brasileros emocionados de encontrar a su vate en Buenos Aires. Gonzalo Aguilar, el entrevistador, fue guiando al homenajeado con muchísimo respeto y un conocimiento infinito de los pliegues y repliegues de la literatura y la contracultura brasileña. Antunes parecía bastante relajado y conversador y nos regaló varias lecturas de poemas propios y ajenos.





Después de una pausa salió al escenario Antunes el perfomer y durante un rato largo hizo unas cosas rarísimas (¡iba a decir "inclasificables" pero me da miedo gastar esa palabra!) que a veces eran trompadas al medio del estómago para luego mutar hacia a la poesía más visceral.




martes, diciembre 23, 2008

A new clasic


El FILBA (Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires) fue una fiesta de esas en las que da ganas de quedarse bailando hasta el final (y el blog que armaron da buena cuenta de eso). En apenas dos días pude ver: 1) una entrevista a Arnaldo Antunes y después una performance poética que fue una muestra de lo mejor que tiene el remix cultural de Brasil; 2) un panel sobre la crónica moderado por Cristián Alarcón y con la participación de Juan Villoro y Daniel Alarcón... daban ganas de vivir para leer y, sobre todo, vivir para contarlo; 3) la entrevista a Pedro Lemebel y su posterior actuación, puro amor y sentimiento y ahí sí rogar que no terminara nunca, para seguir escondido en las gradas mientras el whisky y las anécdotas se atropellaban.

Grabé infinitos videos con la convicción de los afiebrados y trataré de subirlos en los próximos días. Ojalá el FILBA se nos vuelva un clásico y esperemos su line up como un Quilmes Rock o Personal Fest o la programación siempre alucinada del BAFICI.

lunes, noviembre 24, 2008

Requiem para un bar


Ana Armendariz se despide del Porto Velho, uno de los tantos bares céntricos que ya no volveremos a ver. Curiosamente, a lo largo de Avenida de Mayo y en algunas cuadras aledañas hay varios bares y cafés que portan nombres en portugués. Probablemente por vagancia, jamás pude desentrañar el lusófono hilo conductor de estos establecimientos.

Todo esto y mucho más en el nuevo número de la revista Molde.

sábado, noviembre 15, 2008

Sold Out


I told you so. Parece que ya no hay entradas para la presentación de esta tarde de Pedro Lemebel en el FILBA. Ahí nos veremos con los afortunados que hayan sido previsores. ¡Aproveche para mencionar que la performance de Arnaldo Antunes de anoche fue sublime! Tengo varios videos pero al ritmo que vengo seguramente estarán en el aire recién en 15 días.

martes, noviembre 11, 2008

Dulce elixir para el mundo


El vino argentino empieza a llamar la atención de los académicos:

Argentina is the world’s fifth largest wine producer, but until very recently its wines were little known and even less appreciated outside of the country. During the last decade, Argentina’s wine isolation came to an end. In large part, the success of Argentina’s export development has resulted from the convergence of possessing an attractive grape variety and producing appealing wines with it.

Parte del éxito de nuestros brebajes parece ser la proverbial capacidad de adaptación de la gente de estas pampas:

  • Argentines have learned to maneuver in order to lose the least or to make the most of an uncertain environment. This is clearly evident in the decision-making of major protagonists of the reconverted industry
  • the wine industry enjoys considerable flexibility in everything, such as rules and regulations

El bueno de Omar Khayyam ilustra esta nota por su reconocida afición a tan noble bebida. ¡Venturoso el que todavía no ha tenido el placer de haber leído Las Rubaiyat!

lunes, noviembre 10, 2008

Autogestioname

Como Mariana, siempre hay quien quisiera ser distinto... y a mi me gustaría ser trashumante para salir de gira a visitar las miles de cosas que pasan ahí afuera. La primavera, por ejemplo, parece propicia para encuentros de editoriales autogestionadas y revistas alternativas en lugares tan dispares como Bahía Blanca o Posadas. Imaginen la ruta en un día de sol y dos o tres días de libros y buena compañía... ¡Hay una vida mejor!