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viernes, abril 23, 2010

Había una vez una Conferencia

En el mes de marzo se organizó la II Conferencia Nacional de Cultura de Brasil en Brasilia. Entre muchos otros temas, por primera vez fue debatida la cuestión del diseño. Así lo cuenta el Centro de Design de Paraná en su boletín mensual:

Ana Brum, coordenadora de projetos do Centro de Design Paraná, representou a região sul do Brasil, no grupo de delegados setoriais de design, durante a II Conferência Nacional de Cultura, realizada em Brasília (DF), de 11 a 14 de março. Pela primeira vez, o design foi debatido nesse evento, cuja proposta é envolver a comunidade na elaboração de políticas públicas. Os debates, que reuniram 883 delegados de diversas áreas culturais, geraram 32 estratégias prioritárias e 95 prioridades setoriais. As demandas de design destacaram a necessidade de criação de centros de memória para a atividade; a validação dos direitos do cidadão ao design universal (Decreto Federal nº. 5.296/2004 e NBR 9050/ABNT); a elaboração ou fortalecimento de incentivos fiscais a organizações e projetos que invistam no design, especialmente com foco em desenvolvimento sustentável; a inserção da área como item financiável do Fundo Nacional de Cultura; e a garantia de participação institucionalizada do setor em todas as instâncias do Sistema Nacional da Cultura.

La Conferencia tuvo una completísima presencia en Internet y hay un montón de material disponible en su web. Sé que siempre estoy con la misma cantinela pero igual lo repito: ¡Qué envidia! Aparentemente el cierre de la Conferencia fue memorable:


domingo, septiembre 06, 2009

Un delicado equilibrio


Estuve googleando a George Yúdice, destacado académico en materia de gestión y política cultural que participará en el encuentro sobre economía, industrias y ciudades creativas que estamos organizando para fin de año junto al Observatario Cultural de la UBA (¡Yúdice pasó por Córdoba hace poco pero no pude ir!).

En esta entrevista aparecen algunos conceptos que vale la pena masticar con calma:

En el Perú aún resulta difícil imaginar que el Estado implemente ese tipo políticas ¿Qué estrategias han tenido agrupaciones culturales como Afro-Reggae de Brasil para no depender del financiamiento público?

Una parte importante de los ingresos de Afro-Reggae, aparte de las donaciones, viene de los discos y conciertos, patrocinados por las cervezas o bancos. Ellos han logrado aprovechar todas sus fuentes de ingresos y gestionarlas coordinadamente. Afro-Reggae es tanto una empresa privada como una ONG. La primera le pasa 30% de la ganancia a la segunda, que también administra el dinero proveniente del Estado, las fundaciones y cooperación internacional. Dentro de este bosque de posibilidades de financiamiento ellos han desarrollado una manera de aprovecharlas todas.

¿Qué piensas del incentivo al financiamiento privado de la cultura a través de marcos jurídicos como las leyes de mecenazgo?

El problema del financiamiento privado es que no necesariamente se administra en función del bienestar de la ciudadanía. Si una gran empresa quiere invertir en un museo, en Estado Unidos se le hacen descuentos fiscales. En consecuencia, el dinero invertido nunca es sólo del negociante. Ello justifica la formulación de mecanismos que aseguren su uso adecuándolo al bien común. Muchas veces los aportes privados no llegan a todos lo sectores de una manera equitativa.

(...)

Las políticas culturales contemporáneas están ampliando el concepto de diversidad

La mejor manera de garantizar que todos tengan igualdad de oportunidades pasa por establecer políticas de reconocimiento para no dejar de lado a ciertos grupos étnicos; pero no es suficiente. La diversidad no es sólo sinónimo de identidad. La diversidad también se manifiesta a escala empresarial, institucional y geográfica. En la primera, el eslabón más débil del sector son las mypes o, como las denomina Ernesto Piedras, asociaciones económicamente activas. La idea es que haya políticas para promoverlas. Al hacerlo la gente que viene de identidades subalternas se beneficiaría.

¿Cómo se protegen y promueven las otras manifestaciones de la diversidad?

En todo país existen instituciones que producen o financian cultura: ONG`s, empresas privadas, asociaciones comunitarias, agencias de cooperación internacional. A los políticos les incumbe mapear esta diversidad de instituciones y desarrollar un sistema lógico y equitativo para su desarrollo. También hay que preocuparse por la diversidad de escalas de asentamiento. Especialmente en América Latina, todo se concentra en las capitales. Hay que procurar cambiar esta situación fomentando la descentralización de la oferta y consumo cultural.


La verdad es que todavía no tuve tiempo de leer a fondo a este señor pero me parece ver una apuesta por la diversidad bien entendida, con un financiamiento privado guiado por el Estado hacia una variedad de proyectos alimentados por una red lo más amplia posible. Me gusta, si no lo sigo leyendo mal, que reconozca la capacidad del mercado -en sus pymes- para enriquecer la oferta cultural y creativa pero de la mano de un programa que las soporte. ¡Parece que tendremos un debate interesante a fin de año!

viernes, abril 17, 2009

Mapeando el run run

Por Pili, our girl in New York, llegué al artículo "Mapping the Cultural Buzz":

The aim of the study, called “The Geography of Buzz,” said Elizabeth Currid, one of its authors, was “to be able to quantify and understand, visually and spatially, how this creative cultural scene really worked.”

To find out, Ms. Currid, an assistant professor in the School of Policy, Planning and Development at the University of Southern California in Los Angeles, and her co-author, Sarah Williams, the director of the Spatial Information Design Lab at Columbia University’s Graduate School of Architecture, Planning and Preservation, mined thousands of photographs from Getty Images that chronicled flashy parties and smaller affairs on both coasts for a year, beginning in March 2006. It was not a culturally comprehensive data set, the researchers admit, but a wide-ranging one. And because the photos were for sale, they had to be of events that people found inherently interesting, “a good proxy for ‘buzz-worthy’ social contexts,” they write. You had to be there, but where exactly was there? And why was it there?

The answers were both obvious and not, a Möbius strip connecting infrastructure (Broadway shows need Broadway theaters, after all), media (photographers need to cover Broadway openings) and the bandwagon nature of popular culture. Buzz, as marketers eagerly attest, feeds on itself, even, apparently, at the building level. A related exhibition opens on Tuesday at Studio-X in the West Village, just south of Houston Street, an area not quite buzzy enough to rank.

The study follows in the wake of urban theorists like Richard Florida (Ms. Currid calls him a mentor), who have emphasized the importance of the creative class to civic development.

(...)


Sería interesante encarar un proyecto similar en Buenos Aires. Nuestra ciudad tiene cada vez más centros productores y consumidores de cultura y valdría la pena mapearlos para entender mejor el fenómeno. Habría que usar indicadores diferentes a los de Nueva York (referencias en la prensa, fotos de paparazzis, etc) y buscar una activa participación de los vecinos y las instituciones de base, para que el resultado sea algo más que el rejunte de las agendas de programas culturosos que ya publican los diarios.

lunes, marzo 30, 2009

Amo a Lula


Lula acaba de lanzar el programa "Bolsa Cultura" mediante el cual cada empleado público (y son muchos) recibirá un ingreso extra para utilizar en bienes y servicios culturales:

En la mitad de la crisis económica, el gobierno de Brasil arremete con esta ofensiva artística que implicará un gasto gubernamental de 600 millones de reales (987 millones de pesos). Lula ha dicho que la crisis es una gripe que no lo dejará postrado en la cama. El presidente entonces se puso de pie y ordenó a su ministro, el señor Ferreira, sucesor de Gilberto Gil, el músico, regalar cultura a la clase obrera. Juca Ferreira hizo este anuncio con frases elocuentes: “Existe un apartheid cultural en este país donde muy pocos tienen acceso a la cultura”.
En Brasil, según, el ministro Ferreira, sólo una porción muy acotada de la población se beneficia de tener acceso a la cultura. Los brasileños que van al cine son el 14%. Y un 8% va al teatro o a los museos. La cultura –así como el dinero, pues se sabe que en Brasil alrededor de cinco mil familias concentran casi el 90% de la riqueza– parece estar en manos de una ínfima elite. Por todo esto Lula se arremangó la camisa y propuso este proyecto que se llama Bolsa Cultura y que representaría una revolución en el área.

Hace unos días estuve leyendo Creative Britain, la estrategia de Gran Bretaña para fomentar la creatividad en toda su población. Uno de sus componentes más interesantes apunta justamente en la misma dirección: garantizar un mínimo de 5 horas semanales de "cultura" (en sus manifestaciones más variadas) a todos los niños, con énfasis particular en aquellos de zonas más marginadas. Ojalá los copiemos por estos lados.

jueves, enero 15, 2009

Todos los centros, el centro


Hace tiempo que quiero compartir esta breve investigación realizada por la Dirección de Estadística y Censos sobre los centros culturales barriales de la Ciudad de Buenos Aires. Impresiona la cantidad de establecimientos y la variedad de actividades que desarrollan. Recomiendo particularmente las muestras de los diferentes talleres que desarrollan a fin de año. It´s a fine city!

(La foto es del Centro Cultural del Sur, uno de mis preferidos).