En la parte donde nos encontramos nosotros también hay un movimiento febril: los hombres trajinan con sacos terreros, camuflan las posiciones, emplazan baterías. No quieren verse cogidos por sorpresa. Luego llegarán la noche y el alba, siempre a la espera de quién golpeará primero. Finalmente habrá quien lo hga y otro le responderá, de la tierra se levantarán nubes de polvo y empezará la danza del fuego y de la muerte. Pablo va de un lado para otor dando órdenes y comprobando el material, igual que el campesino en vísperas de la recolección. Yo sigo sus pasos y saco fotografías. TOdo el mundo quiere que le saque una. A mí, y ahora a mí, camarada, a mí, ¡a miiiiii! Adoptan la posición de firmes, algunos hacen el saludo militar. Su pretensión: dejar huella, de algún modo permanecer entre los vivos, inmortalizarse. Tan sólo ayer yo estaba allí, vivo, aquél me sacó una foto, mira, yo tenía esta pinta. Ésta era mi cara cuando estaba vivo. Aquí me tenéis, en posición de firmes ante vosotros, dedicad un ratito a mirarme antes de que os ocupéis de otra cosa.
(Un día más con vida. Rysard Kapuscinski)
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