domingo, noviembre 16, 2008

Anclas al olvido


No iba a llorar, nunca aprendió a hacerlo
pero si sabía empezar a extrañarla.
Ya no se divisan las arboledas,
el sol pega mas en la espalda
y Suñé sigue mirando el muelle.
La vida en el barco
y el amor en cada puerto.

"No la puedo sacar de mi vista"

(Paiozuloaga)

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