Decía la web del FILBA de Arnaldo Antunes:
Y así llegué una noche de viernes a la carpa mágica que le brotó al Malba durante el Festival, sin saber mucho de este señor pero intrigado por sus miles de caras. Había mucha gente en la fila, incluyendo a una pareja de periodistas iraníes y un montón de brasileros emocionados de encontrar a su vate en Buenos Aires. Gonzalo Aguilar, el entrevistador, fue guiando al homenajeado con muchísimo respeto y un conocimiento infinito de los pliegues y repliegues de la literatura y la contracultura brasileña. Antunes parecía bastante relajado y conversador y nos regaló varias lecturas de poemas propios y ajenos.
Después de una pausa salió al escenario Antunes el perfomer y durante un rato largo hizo unas cosas rarísimas (¡iba a decir "inclasificables" pero me da miedo gastar esa palabra!) que a veces eran trompadas al medio del estómago para luego mutar hacia a la poesía más visceral.
Músico, solista, compositor, poeta, performer y "videasta", autor entre otros del disco-libro-vídeo Nombre (1993), y más tarde Nadie (1995), El silencio (1996), Un sonido (1998), El cuerpo (2000) y Paradeiro (2001). Varios intérpretes han grabado canciones de su autoría: Marisa Monte, Jorge Ben Jor, Gilberto Gil, Rita Lee y Ney Matogrosso, entre otros. Es uno de los nombres más conocidos en la poesía contemporánea brasileña y sus composiciones integran antologías internacionales. En 2002, lanzó en asociación con Marisa Monte y Carlinhos Brown el disco Tribalistas, que recibió el premio Grammy latino.
Y así llegué una noche de viernes a la carpa mágica que le brotó al Malba durante el Festival, sin saber mucho de este señor pero intrigado por sus miles de caras. Había mucha gente en la fila, incluyendo a una pareja de periodistas iraníes y un montón de brasileros emocionados de encontrar a su vate en Buenos Aires. Gonzalo Aguilar, el entrevistador, fue guiando al homenajeado con muchísimo respeto y un conocimiento infinito de los pliegues y repliegues de la literatura y la contracultura brasileña. Antunes parecía bastante relajado y conversador y nos regaló varias lecturas de poemas propios y ajenos.
Después de una pausa salió al escenario Antunes el perfomer y durante un rato largo hizo unas cosas rarísimas (¡iba a decir "inclasificables" pero me da miedo gastar esa palabra!) que a veces eran trompadas al medio del estómago para luego mutar hacia a la poesía más visceral.
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