martes, octubre 07, 2008

Tantas horas sin dormir...

El "mundo viaje" se ríe de los relojes y uno se encuentra a las 3AM de un miércoles sentado en el piso en la entrada del hotel, tratando de pescar las migajas de un esquivo wi fi para responder la catarata de mails que manda Buenos Aires. Hay tanto trabajo y, sin embargo, cómo no tomarse la vida a grandes tragos si uno tiene la chance de abrir bien grandes los ojos para asombrarse como un niño... Berlín es una señora antigua y elegante y, a la vuelta de la esquina, la juventud desbocada y nocturna de la vida en las veredas. Y a veces nos olvidamos del vértigo alegre del nómade, la gloria del flaneur, la increible fortuna de ir cruzando gentes e historias a cada paso. Aún sin un destino errante, y a pesar del traje de superhéroe de prolijo saco y corbata, sé que una parte de mi necesita este movimiento constante, la promesa de otra frontera en el horizonte (y la otra anhela la simple cadencia de las noches de San Telmo). ¡Qué sería de nosotros sin nuestras contradicciones!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

... y que seria de nosotros sin tu prosa! Cuanta poesia! Gracias pelado por tu insomnio creativo.
Matias

Enrique Avogadro dijo...

¡qué bueno que estés todavía de ese lado! abz y espero verte pronto.