Con orgullo de advenedizo -al fin y al cabo hace apenas 7 años que vivo en el barrio- leo que los vecinos de San Telmo han decidido organizarse para atacar responsablemente el tema de la basura. Más allá de la obvia responsabilidad del gobierno (de mi gobierno) respecto a esta cuestión, es evidente que todos podemos y debemos tomar el problema en nuestras manos. Dicen mis vecinos invisibles desde San Telmo Limpio:
Como vecinos responsables
En principio llegamos a esta conclusión que es que nosotros, como vecinos,
No tiramos los papeles en la calle
Levantamos los residuos de nuestras mascotas
Usamos bolsas y changuitos propios para ir al supermercado
reciclamos las bolsas del super para tirar la basura diaria
sacamos la basura a las 20hs
usamos los tachos de la calle
lavamos las veredas
cuidamos los cestos publicos
Separamos la basura: papel, basura orgánica, plástico y le ponemos un cartel que lo identifique.
Movilizar a la gente en pos de grandes gestas parece tarea de titantes. De todos modos, estas iniciativas demuestran que efectivamente es posible comprometernos detrás de acciones concretas y con un fin claro. Cada tanto me agarra la fantasía de recrear el espíritu de pueblo en la ciudad, ese conocimiento compartido, la apropiación de la calle como extensión del hogar... esta gente está haciendo exactamente eso, buscando que todos nos (re) enamoremos de nuestro pedacito de metropolis y ansiemos verla linda.
Como con las dietas, empiezo mañana mismo comprando otro tacho de basura, una abrochadora y un marcador y me largo a separar y rotular la basura. Después habrá que convencer a Oscarcito, el encargado (si le digo portero me acogotan los de Suterh) y quizás hacer una timbreada para sumar al resto del edificio. También habrá que involucrar a los propios cartoneros (¿recicladores urbanos?) y a los edificios de la cuadra... da fiaca antes de arrancar pero será cuestión de empezar con el primer paso.
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