Durante años pagué el alquiler y hasta hice unos manguitos rentando la otra habitación de mi humile morada en San Telmo. Devaluación mediante, los primeros mochileros se aventuraban por estos lares y mi barrio estuvo siempre dispuesto a recibirlos. Por suerte la tendencia se fue consolidando y ahora Buenos Aires es lo más in del planeta para viajeros independientes. Muchos de ellos vienen a estudiar español:
Relevamiento de la Cancillería y la Asociación de Docentes de Español
Este año, unos 25.000 extranjeros vinieron a estudiar español al país
Representa un 50% más respecto del año pasado. La mitad tiene entre 21 y 40 años y alterna el aprendizaje de la lengua con un largo viaje por Latinoamérica. Su grado de satisfacción con la Argentina y los cursos es muy alto.
Es una muy buena noticia que alguien haya encargado un estudio para empezar a entender el tema. El desafío, de todos modos, es encontrar mecanismos de promoción permanentes que instalen a nuestro país como proveedor confiable y-por qué no- divertido para aprender español.
En materia universataria, a pesar del crecimiento de los matriculados extranjeros de estos últimos años, todavía estamos lejos de otros países. La buena noticia es que ya se ha puesto en marcha un plan para apoyar la internacionalización de las universidades argentinas, a través del trabajo conjunto del Ministerio de Educación y la Fundación Export.Ar. Australia es el mejor ejemplo para inspirarnos... (aunque las comparaciones son odiosas).
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