Los fundadores de Google quizás repitan su mantra "Do no evil" frente al espejo (¡cuando no están jugando a la guerra de billetes!) pero su pequeña criatura tiene repercusiones difíciles de controlar en la vida de todos nosotros, tristes mortales.
Vale la pena leer el artículo Paying a price for Googleability para darse cuenta hasta qué punto dejamos de ser anónimos. Al fin y al cabo, ¿quién no googleo a alguien alguna vez?
Vale la pena leer el artículo Paying a price for Googleability para darse cuenta hasta qué punto dejamos de ser anónimos. Al fin y al cabo, ¿quién no googleo a alguien alguna vez?
All the Googler needs is a name, and she's off. It's worse if your name is unusual, as mine is. The difference in Googleability between a person with the name "Mary Smith" and a person with my name makes me wonder whether Googleability might one day affect how parents name their children. If Mary Smith had been named, instead, Upanishad Smith, she'd be more Googleable. Of course, that's not to guarantee she'd do anything Googleworthy. But what will future conscientious parents decide? Will Googleability or anonymity be the greater gift?
2 comentarios:
jaj...mas cierto imposible, de hecho, enrique, como te comente, vos fuiste una victima de mi Googleo!!!
Si. a mi tampoco se me escapa nadie! Y uno va quedando pegado en el archivo. Hace millones de años jugué al Diplomacy por internet y abandoné un par de partidas... y todavía figuro en alguna lista negra! Slds.
Publicar un comentario