martes, septiembre 26, 2006

Las dos caras del salmón


Ya hemos confesado la envidia que nos produce el avance chileno, señalando, de paso, varios ejemplos para imitar de este lado de la Cordillera. El salmón es la estrella del milagro chileno y lidera las exportaciones industriales. "Ahora dicen", como titularía Barcelona, que la industria del salmón es muy dañina, tanto para el medioambiente como para el desarrollo social. ¿Lo sabía? Probablemente, pero el que suscribe lo ignoraba por completo.

2 comentarios:

Abuelo Económico dijo...

La industria del salmón en Chile es un claro ejemplo de que "se puede". De no tener un sólo salmón hoy es la industria número 1 y Chile está entre los primeros exportadores mundiales.

En cuanto a la crítica que leí no parece muy fuerte la verdad.

Enrique Avogadro dijo...

Es cierto, la crítica "social" es más bien livianita, aunque señala el rol muchas veces contradictorio de las grandes empresas y emprendimientos en zonas desfavorecidas. Digo, si bien es obvio, vale la pena recordar algo: la relación "desarrollo una industria - desarrollo económicamente una zona" no es lineal. Hay que inducirla. De ahí la gran crítica que se le hace a la industria salmonera: contaminan y joden el ecosistema. La solución no es, por supuesto, dar marcha atrás con el salmón sino más bien regularlo, controlarlo, etc.

Van un par de recursos adicionales:

Los costos de nuestro pez estrella

Malaquita, el fantasma verde de los industriales del salmón