La panacea de una globalización cada vez más profunda que permita integrar a los ciudadanos de los países pobres al sistema económico mundial está lejos de realizarse. De hecho, la desigualdad parece estar internacionalizándose con el surgimiento de una clase económica global, capaz de moverse libremente, ofreciendo sus servicios al mercado mundial e interactuando con sus pares en todo el planeta. Los demás, cuando pueden, la miran por tele. Los efectos de esta "globalización mala" son tan inevitables como los huracanes, por lo que no nos queda más que prepararnos. ¿Cómo formar estos ciudadanos globales?
1 comentario:
Por eso tanto muro antipobre a lo largo del mundo - en la frontera con Méjico, en Ceuta, en Melilla. Es un mundo global con crecientes obstáculos para migrar hacia la zona central.
Publicar un comentario