En mi reciente viaje a Chile tuve la suerte de conocer a Ronaldo Fraga, uno de los estilistas brasileños más creativos de los últimos tiempos. En la siempre inquieta Red Latinoamericana de Diseño (que -y disculpen el autobombo- me entrevistó hace un tiempo) encontré este imperdible diálogo con Ronaldo en que el puede vislumbrarse su visión de la moda como herramienta fundamentalmente de interpretación:
Existen pocos sectores tan diversos como la industria de la moda . En moda, se habla de economía, se habla de de registro de un tiempo, en la moda se habla de historia, en moda se habla de cultura, en moda, se habla de inclusión o exclusión. Pero, sobre todo, moda para mi no es otra cosa, que interpretación de lectura. Ese lectura puede ser el momento que estamos viviendo, puede ser la lectura de una mirada particular, puede ser la lectura de una era. Vivimos un momento muy especial en la moda, y esto en todo el mundo es así , sí, esa moda de “éxitos de taquilla”,de producción en serie de “fast fashion” cada vez más una moda que vende más que la ropa, una moda que vende la cultura de un lugar, la historia de este lugar, de su gente. En este lugar me siento cómodo.
Ronaldo tiene mucha experiencia trabajando con comunidades de artesanos (algo que también viene desarrollando la Secretaría de Cultura de Argentina con el proyecto Identidades Productivas) y tiene muy claros los objetivos que persigue:
Algunas de ellos realmente consiguieron en un espacio muy corto de tiempo, mejorar su situación económica a través de la apropiación de este producto. Lo que me interesa son los proyectos para generar empleo e ingresos, con reafirmación cultural. No podemos limitarnos a crear puestos de trabajo e ingresos si no hacemos que esto funcione como un mecanismo de apropiación cultural de lugar, pues es esta apropiación cultural la que les dará algo que ningún cambio de gobierno les puede quitar: la autoestima. Por lo tanto, es necesario que las artesanas entiendan el producto y vean allí sus antepasados su abuela, su bisabuela, la historia de su familia, y entiendo que, además, van a ganar dinero, darle mejores condiciones a sus hijos, vivir mejor con su historia.
La entrevista sigue y sigue y uno se va emocionando con las palabras de este buen señor, como por ejemplo cuando habla de los tiempos en el mundo de la moda vis-à-vis el artesanato...
Cómo conciliar el ritmo de la moda, que exije nuevas colecciones en espacio muy corto de tiempo, y la lógica de la artesanía, mucho más lenta?Es necesario informarse. Mira cuanto tiempo le toma a una trufa blanca nacer en Italia, mira el tiempo de preparación de ciertos alimentos. Su valor radica precisamente en esto. En el caso de la artesanía,misma falta mucho esta comunicación. Si quieres un bordado rápido, hazlo en máquina que también da buenos resultados. Pero si le dices a gente que detrás de cada puntada hay historia y existen personas, que tienen un lugar maravilloso, con un cielo de estrellas, entonces, el cliente está comprando mucho más que una pieza bordada, ahí el panorama cambia.
Es interesante también su posición respecto a la mirada del otro:
Una característica casi siempre presente en este tipo de proyectos es la presencia de personas de fuera. En la colección Cara do Sertão, uno de los temas encontrados en las referencias utilizadas era el cielo estrellado de la región. El hecho de que usted sea un extraño, con una mirada de no acostumbrada, facilitó la percepción de los elementos locales? La presencia de forasteros en estos proyectos es recomendable?Creo que hay dos cosas allí. Uno de ellas ya le dije, que es nuestro problema de apropiación. Cuando el extranjero llega y mira, el valoriza de una cesta de tela tirada en el fondo de la cocina de la señora , que está horneando las galletas. Normalmente, eso para ella no es más que una cesta para poner las galletas. Otra cosa es que el día a día nos produce una niebla en la mirada, entonces usted no le presta mucha atención al entorno habitual. Si vas a Japón, los cerezos en flor te van a causar un desllumbramento que probablemente no tiene ese tipo que pasa en bicicleta cada día para ir a trabajar por un camino cubierto de flores de cerezo. De ahí la importancia de este viaje, este intercambio de miradas y de estímulos, de ser también estimulado por la mirada del otro.
¡Vale la pena leerla entera en lugar de bancarse esta selección caprichosa! Apuntamos a que nuestro Centro Metropolitano de Diseño comience a tener mucha más interacción con el diseño de la región. Quién sabe... ¡Quizás tengamos una muestra de Ronaldo Fraga en un futuro no muy lejano! Como dicen por allá... Tomara!
1 comentario:
saludos!
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