Por alguna misteriosa razón nunca le tuve especial cariño a Bahía Blanca. Me tocó atravesarla sólo una vez y hace tanto tiempo que parece una vida anterior. Tengo un recuerdo partido de buques oxidados y el complejo petroquímico como un escenario salido de la imaginación de Gillian. Hace poco, sin embargo, me sorprendí con FEA y ese afán de generar alternativas interesantes desde la periferia (¿la periferia de quién?!). Ahora vuelven a la carga con la Exposocial y entonces la sorpresa se troca en tendencia que vale la pena aplaudir y, ojalá, imitar desde municipios más céntricos.
2 comentarios:
Ey, gracias por la mención (por la FEA, que organizamos con mi novio y diego rosake) y el comentario en la revis (esto no es una revista literaria).
Pasaremos seguidos.
Saludos.
de nada! de todos modos, estoy entrando en una etapa medio sabática por otras cuestiones, pero volveré y seré millones de posts!
slds.
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