lunes, febrero 11, 2008

Culture Wars


La internacionalización de la cultura es un gran negocio que nadie quiere perderse. El fenómeno reconoce al menos tres manifestaciones:
  1. Marca-país: la tracción que ejerce sobre todos los sectores productivos una sólida cultura nacional proyectada al mundo (Brasil recorrió el mundo con su muestra sobre los 500 años y luego aprovechó el último Mundial de Fútbol para vender su cultura a los alemanes. España, por su parte, encara una promoción cultural internacional regular a través de la SEACEX).
  2. Empresas de base cultural: cada vez más importantes en términos de impacto económico y valor agregado.
  3. Espacios globalizados: la disputa por establecerse como "proveedor todo terreno" de una "experiencia cultural" determinada (España, por ejemplo, pretende adueñarse de la enseñanza del idioma español en el mundo a partir de su fortalecido Instituto Cervantes).
Si bien todavía no es sencillo medir el impacto de las diferentes acciones de internacionalización de la cultura, no son pocos los interesados en quedarse con un pedazo de la torta. En España están a las trompadas limpias para definir quién será el responsable máximo del circo. Argentina, mientras tanto, está a años luz con relación al tema.

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