Buenos Aires Ideal reseña la historia del emblemático edificio que veo dos veces por día al ir y venir del trabajo. Muchas veces tuve la intención de entrar con algún pretexto más o menos verosimil para escalar hasta las torres. Si pasan por la esquina de Belgrano y Perú bien vale la pena dedicar unos minutos para mirar hacia arriba: ocho atlantes sostienen la construcción sobre sus espaldas con un aire de orgulloso cansancio y, más arriba, unos cóndores custodian el horizonte de Monserrat a la espera de quién sabe qué amenazas.
Este blog se murió. Ahora solo es el eco fantasmagórico de las notas que publico en https://medium.com/@eavogadro
jueves, febrero 21, 2008
Austria-Hungría en Buenos Aires
Buenos Aires Ideal reseña la historia del emblemático edificio que veo dos veces por día al ir y venir del trabajo. Muchas veces tuve la intención de entrar con algún pretexto más o menos verosimil para escalar hasta las torres. Si pasan por la esquina de Belgrano y Perú bien vale la pena dedicar unos minutos para mirar hacia arriba: ocho atlantes sostienen la construcción sobre sus espaldas con un aire de orgulloso cansancio y, más arriba, unos cóndores custodian el horizonte de Monserrat a la espera de quién sabe qué amenazas.
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