Estuve una semana en Asunción (Paraguay) y la siguiente en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia). Dos semanas de ausencia complican la agenda mejor armada pero valió la pena el doblete para aprovechar el aéreo. Además, el viaje permitió detectar oportunidades de exportación e integración productiva con nuestros vecinos. Ya estamos borroneando algunos proyectos interesantes, en particular con relación al sector cárnico, de pujante desarrollo en Paraguay.
Expocruz es un fenómeno que bien merece un post aparte que quizás escriba alguna vez. Volver después de dos años con la suficiencia del veterano tiene sus ventajas, sobre todo para sacarle el jugo a un evento comercial que marea a cualquiera. Argentina tuvo una participación destacada y me gustó ver a nuevos actores provinciales dando sus primeros pasos.
Continuará... (o no).
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