Todos queremos a EEUU actuando como paladín del libre comercio, en tanto y en cuanto lo haga en el plano multilateral (como venimos analizando, los acuerdos bilaterales son una alternativa sub óptima y hasta perjudicial para los países en desarrollo).
Dado el rol protagónico de EEUU en la economía global, resulta esencial analizar, comprender y "administrar" el juego político en torno a la cuestión del libre comercio, algo que han entendido muy bien países como Chile y, quizás, Perú.
En este contexto, es interesante este breve informe del Center for Global Development desarrollado para generar conciencia en los propios norteamericanos respecto al impacto nocivo de su política comercial en los países más pobres. Hay que ganar los espíritus de los yanquis de a pie, el votante medio, el que de la caricatura. No hay otra. El G-20 o algún otro grupo podría financiar un mega proyecto de relaciones públicas...
La contracara menos agradable de estas acciones se ejemplifica en el paper "Dangerous CAFTA Liaisons", que analiza en detalle la votación a favor del CAFTA en el Congreso de EEUU. Quienes aprobaron el acuerdo recibieron 2,8 millones de dólares en compensaciones para sus pet projects (otra que las coimas del Senado!). La conclusión obvia es que las voluntades de los representantes están a la venta, aunque sólo la Administración de turno tiene los bolsillos y la manija política suficiente para hacerlo. El trabajo también cuenta lo mal que les fue a todos estos tipos luego de haber votado a favor del proyecto oficial.
Por último, un análisis de lo que podría pasar con la política comercial de EEUU si ganan los demócratas. Adivinen... ¡pierde el libre comercio!
Dado el rol protagónico de EEUU en la economía global, resulta esencial analizar, comprender y "administrar" el juego político en torno a la cuestión del libre comercio, algo que han entendido muy bien países como Chile y, quizás, Perú.
En este contexto, es interesante este breve informe del Center for Global Development desarrollado para generar conciencia en los propios norteamericanos respecto al impacto nocivo de su política comercial en los países más pobres. Hay que ganar los espíritus de los yanquis de a pie, el votante medio, el que de la caricatura. No hay otra. El G-20 o algún otro grupo podría financiar un mega proyecto de relaciones públicas...
La contracara menos agradable de estas acciones se ejemplifica en el paper "Dangerous CAFTA Liaisons", que analiza en detalle la votación a favor del CAFTA en el Congreso de EEUU. Quienes aprobaron el acuerdo recibieron 2,8 millones de dólares en compensaciones para sus pet projects (otra que las coimas del Senado!). La conclusión obvia es que las voluntades de los representantes están a la venta, aunque sólo la Administración de turno tiene los bolsillos y la manija política suficiente para hacerlo. El trabajo también cuenta lo mal que les fue a todos estos tipos luego de haber votado a favor del proyecto oficial.
Por último, un análisis de lo que podría pasar con la política comercial de EEUU si ganan los demócratas. Adivinen... ¡pierde el libre comercio!