India sigue sorprendiendo. En el segundo semestre, creció a una argentinísima tasa del 8,9 por ciento, a caballo de un desarrollo manufacturero muchas veces opacado por el glamour del outsourcing.
El siempre atento The New Economist rescata la breve pero efectiva presentación India, a study in contrasts que vale la pena almacenar y revisar de vez en cuando. Más allá de los problemas que presenta el caso (fuerte déficit de infraestructura, desigualdad, pobreza extrema, burocracia -red tape, diría el Economist-, etc.), parece cada vez más evidente que estamos frente al siglo de la India.
Como señaláramos antes (China e India... are you talking to me?), en la literatura, ambas potencias aparecen habitualmente como el tandem milagroso que salvará a la economía global.
Otra vertiente, en cambio, intenta dilucidar quién de los dos ganará la competencia y está claro que China no será fácil de vencer. India, sin embargo, viene ensayando propuestas ligeramente heterodoxas para intentar el catch up y quizás lo logre (aunque hay bastantes controversias en torno a estos experimentos).
Para cerrar, no podemos dejar de envidiar el poder del marketing viral. La sanata de los BRIC y la tremendamente exitosa campaña India Everywhere dan cuenta de ello.
PD: Corporate India...
PD: Corporate India...
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