A principios de mes La Nación publicó esta nota del Wall Street Journal sobre una nueva estrategia impulsada por el gigante juguetero Mattel Inc:
Mattel Inc. se ha embarcado en una costosa estrategia para generar un nuevo furor a partir de cero. La esperanza es que la demanda de una nueva línea conduzca a la realización de películas y programas de televisión en lo que constituye un giro radical para el mayor fabricante de juguetes del mundo.En realidad, los juguetes son la parte menos importante en esta apuesta. La compañía quiere crear un coloso del entretenimiento, con libros, películas, ropa y cualquier otra cosa que se les ocurra, aparte de las muñecas.Normalmente, Mattel suele lanzar sus líneas de muñecas y juguetes a partir de éxitos ya consagrados de la industria del entretenimiento, como las películas de High School Musical o el desfile de princesas de Disney.En esta ocasión, Mattel está creando sus propios personajes.
El artículo destaca la valentía de Mattel por encarar esta nueva estrategia pero la verdad es que no parecen tener muchas alternativas. El mundo está centrándose cada vez más en los contenidos más que en los formatos y en la capacidad de las empresas para "contar buenas historias" (como diría Roberto Igarza). Disney compró Marvel para sacarle el jugo a la actual fiebre de superhéroes, aprovechando un catálogo casi infinito de personajes e historias que luego nos harán tragar en todo tipo de formatos imaginables. De ahí entonces que el modelo de negocios tradicional en la industria del juguete esté patas para arriba:
Según un reciente informe de Citibank, los consumidores están dispuestos a gastar hasta 50% más por juguetes ligados a marcas conocidas del mundo del entretenimiento. Las ventas de esos juguetes han subido 40% en los últimos cuatro años, mientras que otras clases de juguetes han ido perdiendo terreno.