Me gustó esto que escribió Petinatto sobre Frank Zappa en La Mano:
Muchos fueron los que pensaron que para ser como Zappa debían tomar drogar y alucinar hasta creer entender que existía un mundo paralelo en el que debían creer ciegamante. 1) Zappa nunca creyó ciegamente en nada. 2) Nunca tomó drogas. 3) Siempre habló en contra de ellas. 4) Fue el triunfo del hemisferio psicodélico que nadie se tomaría el trabajo de explorar en frío. Y creo que ahí está la clave de todo: no pasa por tomar drogas o no. Se debe entender y aceptar, sin tanto gasto ni exigencia, que existe otro universo que corre a la par de todos los demás y que está en cada uno el enterrarse dentro y jugar con él. Punto final. ¿Quién fue el idiota que dijo que había que forzar todo motor para conseguirlo o llegar a una meta? No lo puedo explicar ni descubrir. Un "loco" hoy no dice mucho más que un cuerdo al que se le presta profunda atención. A veces creo que tanto Bukowsky como Baudelaire hubiesen escrito lo mismo sin probar opio... ¡Es más! De hecho cuando los leímos ni siquiera sospechábamos de sus adicciones. ¿Y qué pasó? Nos pegaron de igual manera. Tengo ahora mismo una máxima: Todos aquellos que toman drogas para crear porque pretenden emular a sus ídolos, lo hacen primero y antes que nada (¡y simple y patéticamente!) porque quieren primero tomar drogas y después ver que pasa. Existe algo odioso y es pensar (¡y darse cuenta!) que parece existir una "obligación" devota hacia Las Puertas de la Percepción cuando en realidad, con mucho menos dinero, podríamos haber logrado lo mismo de no haber sido tan "obedientes" en la rebeldía contra nuestros padres.
1 comentario:
Muy bueno.
Hugo, BiB
(back in Baires)
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