miércoles, noviembre 16, 2011

La teoría para nuestra práctica


El año galopa hacia su propio fin y ya casi no hay tiempo para escribir en el blog. De todos modos, insisto en estas breves crónicas para que el vértigo erosione, por completo, a la memoria. El recuerdo que busco preservar es el del viaje que hice a Porto Alegre a fines de octubre, para asistir como orador al Seminário Internacional Cultura e Desenvolvimento Local, organizado por la Universidade Federal do Rio Grande do Sul, el Departamento de Difusão Cultural de la Prefeitura de Porto Alegre y Observatório da Cultura.

El encuentro fue carácter fundamentalmente académico y permitió relevar buenas prácticas a nivel regional en materia de promoción cultural para el desarrollo. Lamentablemente no pude asistir a todas las charlas por problemas de agenda en Buenos Aires, pero puedo dar fe del muy buen nivel de los palestrantes que me tocó escuchar.


"Ipads" gigantes para consultar la programación

De todas las conferencias me atrevo a destacar la presentación de Maria Carolina Oliveira, doctorando en Sociología de la Universidade de São Paulo, quien hizo una breve pero interesante reseña de los FAROs (Fábricas de Artes y Oficios) mexicanos. A medida que Maria Carolina avanzaba con su presentación yo iba cayendo en la cuenta que estaba escuchando la teoría que podía sustentar nuestra práctica en el Centro Metropolitano de Diseño (CMD), sobre todo de cara a los desafíos que pretendemos encarar en los próximos años. Voy a transcribir mis notas de manera más o menos desordenada:
  • Política pública cultural centrada en el consumo (exposiciones, auditorios, etc) y la producción (talleres, aulas). Los FAROs se concentran en la producción.
  • Democracia cultural como concepto mucho más amplio que el de acceso cultural (este último no plantea la obligación sino sólo la mera posibilidad). El universo simbólico amplio.
  • Los centros culturales tienen la tarea de hacer circular códigos de lenguaje. Esto presupone que tienen un papel importante en la educación informal. No basta con poner a disposición el centro ya que hace falta ejercer un rol activo de mediación.
  • ¿Por qué formar públicos?: Para dar sustentabilidad a la esfera de producción; Porque la cultura es un derecho; por la educación, ya que las prácticas culturales movilizan procesos cognitivos; Producen sentido y valores; Fomentar la participación ciudadana.
  • En México funcionan cuatro FAROs por el momento, ubicados en zonas vulnerables y con el desafío prioritario de llegar a los jóvenes y a los adultos mayores. El principio básico es que las actividades culturales permiten nuevas formas de expresión simbólica y el objetivo central es generar desarrollo social a través de dichas iniciativas.
  • Fuerte desarrollo de escuelas de oficios, en artes, artesanías, audiovisual y otros. La oferta es muy permeable a la cultura del lugar. La clave es contar con una organización flexible.
  • Efectos: i) Tranforman la relación de los actores con su entorno (derecho a la ciudad); ii) Impulsan la inserción laboral, el desarrollo de capacidades.
  • Cuestionan la frontera entre productor y consumidor de cultura. Todo ciudadano es productor de cultura. Difunden no sólo el consumo cultural sino, sobre todo, el "hacer cultura". Hay más espacios para aulas que para eventos. Noción amplia de cultura, más allá de las artes. Ven al público como algo activo, como posible productor.
  • Centro cultural enraizado en la comunidad. Pertenecen de hecho a esa región. Público asiduo (punto de encuentro). Los funcionarios viven ahí. Los usuarios participan de la programación. Hacen alianzas con otras instituciones: otras usan el FARO y viceversa. 
  • Conclusiones: i) Cultura y desarrollo social es mucho más que formación de públicos; ii) Hay que tener estrategias direccionadas claramente hacia ese objetivo; iii) Hay distintos tipos de equilibrios entre consumidor y productor de cultura. Tener en cuenta la estrategia; iv) No todos los proyectos culturales tienen que ir en la dirección de los FAROs (el SESC - Sao Paulo, por ejemplo, pretende plantear un espacio para productores culturales alternativos y no tiene un fin de desarrollo social explícito, pero sí de democracia cultural).

¡Como puede apreciarse, quedé entusiasmado por el modelo de inserción territorial que están impulsando en México y por las agudas observaciones de Maria Carolina! Fueron también interesantes las charlas de Antonio Carlos Pinto Vieira sobre el Museu da Maré, la de Luis Felipe Gama sobre la Cooperativa de Música de Sao Paulo, y la de nuestra compatriota Cecilia Bunge sobre emprendedorismo cultural

Fueron dos días intensos y productivos para seguir aprendiendo de la experiencia de los colegas. De a poco se va conformando una red de gestores culturales y creativos en la región que sin duda tendrá un impacto importante en el futuro. Tomara!

1 comentario:

Anónimo dijo...

YO he visto algo muy parecido en un articulo de El pais