lunes, agosto 22, 2011

Historias para jugar


"Contame una buena historia e invitame a jugar" parece ser el nuevo mantra que ordena el vínculo empresa - usuario y son varios los que están pensando fuera de la caja para llamar la atención y "proponernos experiencias". 

Santo, una de las agencias creativas locales con mayor presencia a nivel internacional, desarrolló la nueva campaña global de Diesel a partir de una premisa integral: Crear un nuevo mundo, con reglas propias, mezclando a Lost con Tomás Moro. La propuesta pone en evidencia el enorme potencial de la imaginación y plantea nuevos contacto con los usuarios a través del juego. ¿Podrían usarse herramientas de este tipo para incentivar la participación ciudadana? 



La música también está consolidándose en el arte del storytelling (en realidad, del transmedia storytelling). Hace tiempo Fer Isella posteó este artículo en Twitter sobre Bibliophilia, la nueva aplicación de Björk para la tienda iTunes de Apple. El autor se manifiesta un poco escéptico:

But even putting aside the fact that only a small proportion of the acts' fanbases – those with the right kind of phones – can access them, none have the impact and longevity of a great piece of music or even a good video. In other words, it's hard to think of a musician's app which has had true artistic value in its own right. The implication of today's announcement seems to be that Björk's apps will achieve that – and it would be great if they did (although you do wonder why she'll need several apps, rather than just one with all the content).
Either way, musician-related apps are only going to get more ubiquitous. Not just because they still seem to lend an act an air of cutting-edge cool, but because - at a time when many listeners simply can't comprehend why you'd pay for music - people will happily shell out a few quid for an app. And if there's actually money to be made from something, the music industry simply can't afford not to throw its weight behind it.

Más allá del cinismo inglés, está claro que estamos frente a un nuevo lenguaje que todavía no aprendimos a manejar del todo. ¿Estará pasando algo similar en Argentina? La tecnología es apenas el envoltorio. La clave sigue siendo contar buenas historias que te dejen atrapado hasta el final y es cada vez más importante movilizar a los usuarios. Ahí es donde entran en acción los juegos. 

La industria de videojuegos ya superó a Hollywood como las más grande en el mundo del entretenimiento y hay mucha gente pensando en cómo aprovechar esta energía para enfrentar desafíos como la educación, la función pública o incluso salvar al planeta:



Todas las historias del mañana estarán atravesadas por diferentes niveles de participación. En Argentina existe un número creciente y pujante de empresas vinculadas a los videojuegos. El año pasado propusimos una serie de cruces que marcaron un rumbo interesante a seguir. Continuará...

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