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Llega una nueva edición de la Feria Internacional del Libro y con ella los tópicos de siempre: Los discursos de apertura y su politización, la cantidad de visitantes y la anunciada muerte del libro. Mientras tanto, el formato en cuestión, como Mark Twain, sigue afirmando que las noticias sobre su muerte han sido exageradas.
De todos modos, como seguramente veremos en la Feria, la apuesta a la convergencia y la exploración de nuevos formatos ha dejado de ser un terreno exclusivo de los más osados. El libro digital avanza triunfal, gracias a la popularización de tabletas, lectores digitales y teléfonos inteligentes. Amazon anunció hace un par de años que vende más tinta electrónica que análoga. Detrás de estas noticias se esconde un fenómeno aún más interesante: El surgimiento del "single" como nuevo formato en la industria editorial (la novelista Consuelo Saah Baehr es uno de los tantos casos de éxito de esta nueva plataforma).
Para vislumbrar el tenor de los cambios en marcha vale la pena leer este artículo sobre Angela James, de Harlequin, publicado en Fast Company. La nota, que me recuerda mucho a la charla de Patricia Arancibia en nuestra Conferencia Editorial, disecciona el nuevos modelo de negocios que sostiene el boom de ventas de e-books de romance y eróticos: a) Mayor porcentaje de la venta para los autores, sin pagar adelantos, para aumentar la oferta y llegar más rápido al mercado; b) Equipo chico de editores free lance; y, c) Venta sin DRM, para fomentar el intercambio casual y no enojar a los lectores.
La historia del libro digital también se escribe en China pero con una trama diferente: Allí, una literatura nacida en Internet, salteando por completo los canales tradicionales de promoción y distribución, es consumida ávidamente en los nuevos formatos, popularizando géneros y autores con características muy particulares:
Some of the newly popular online genres, such as romance, exist everywhere. Others could be termed fiction with Chinese characteristics: grave-robbing stories, for example; official corruption fables involving scheming cadres; and time-travel books where 2,000-year-old warriors pop into a contemporary Beijing disco.(The East is Read - The Economist).
¡Ojalá la Feria nos depare sorpresas en nuestra siempre vital y cambiante industria editorial!